Aprendimos a quererte
desde la histórica altura
donde el sol de tu bravura
le puso cerco a la muerte. (1)
Aquí se queda la clara,
la entrañable transparencia
de tu querida presencia,
Comandante Che Guevara.
Tu mano gloriosa y fuerte (2)
sobre la historia dispara (3)
cuando todo Santa Clara (4)
se despierta para verte.
Vienes quemando la brisa
con soles de primavera (5)
para plantar la bandera
con la luz de tu sonrisa. (6)
Tu amor revolucionario (7)
te conduce a nueva empresa
donde esperan la firmeza (8)
de tu brazo libertario.
Seguiremos adelante (9)
como junto a ti seguimos,
y con Fidel te decimos: (10)
¡Hasta siempre, Comandante!
Versión de Carlos Puebla.
Los Olimareños en Hasta siempre/Revista Estudios cantan las estrofas según el orden 1-4-2-3-5, y en Reencuentro 2 en el orden 1-3-2-3-5 (repitiendo la 3.ª y omitiendo la 4.ª).
Ángel Parra en La Peña de los Parra, vol. 2 y en Los Parra de Chile, tal como Rolando Alarcón en su versión, comienza con el estribillo.
(1) Los Olimareños, en sus versiones de Hasta siempre/Revista Estudios, Homenaje al Comandante Ernesto «Che» Guevara y Ayuí AS-2, cantan «le puso un cerco a la muerte».
(2) En la versión de Montevideo, 1º de marzo de 1985, Los Olimareños omiten esta estrofa.
(3) En todas las versiones, menos la de Reencuentro 2, Los Olimareños cantan «desde la historia dispara».
(4) Ángel Parra canta «y la tierra americana».
(5) Ángel Parra, en La Peña de los Parra, vol. 2, canta «con flores de primavera».
(6) Ángel Parra canta «de la luz de tu sonrisa».
(7) En la versión de Los Olimareños en Reencuentro 2 que se omite esta estrofa.
(8) En la versión de Montevideo, 1º de marzo de 1985, Los Olimareños cantan «para esperar la firmeza».
(9) Rolando Alarcón omite esta estrofa.
(10) Ángel Parra canta «con el pueblo te decimos».
El cantautor y poeta extremeño Pablo Guerrero, autor de A cántaros, murió a los 78 años en Madrid tras una larga enfermedad; su obra unió canción, poesía y compromiso político durante más de medio siglo.
En un Palau Sant Jordi abarrotado, Joaquín Sabina se despidió de Barcelona con un concierto que fue al mismo tiempo un inventario de vida y un abrazo multitudinario a través de veintidós canciones que, tras más de medio siglo de carrera, ya no le pertenecen solo a él.