El paraíso es un sueño,
pa' que te voy a engañar.
Aquí todo tiene dueño,
como en la vida real.
Ya tiene dueño el paisaje,
el aire, el agua y el mar,
y dinero es de un malaje
que no sabe ni sumar.
En el reino de los mansos,
el masoquista es el rey.
Por quererte sin descanso,
soy un fuera de ley.
Y aunque yo no te merezca,
torpe, lacio e indeciso,
yo soy el guapo que pesca
atunes en el paraíso.
El paraíso no tiene
ni pecado ni serpiente
que me muerda ni me tiente,
ni principio ni final,
ni gracia si no es contigo
dormir la siesta al abrigo
del árbol del bien y del mal.
En la costa del edén
hay un nido de tunantes,
y, por chulos, que les den
por donde salta el levante.
Que me llamen infeliz
y que me encierren por loco,
si no es bonito vivir
siempre nadando con chocos.
Dame un beso de tornillo
antes de ir a la alcoba,
que lo mejor del morrillo
será mi tarta de bodas.
No será lo que pedías
pero soy quien más te quiso:
no se pescan to' los días
atunes en el paraíso.
Mira si estamos casa'os,
si pasamos de la gente,
que nos quiten lo baila'o,
y reviente el que reviente.
Ya no hay nada que me importe,
yo cumplí mi compromiso:
no se pescan por deporte
atunes en el paraíso.
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