Concierto del vino. La taberna de la vida

En la taberna de la vida
va la humanidad
para beber el vino viejo
de la etenidad.

Se unen los reyes con los vagabundos,
amantes pobres con pobres amantes,
los soñadores con los que han perdido,
con buen vino brindarán.

No hay vino malo cuando el alma es limpia
y la amistad
trasciende al hombre cuando el hombre
empuña la verdad;
y la taberna de la vida sigue
sumando voces para el vino nuevo
que ha de llegar con otras primaveras
sin fronteras,
pese a tanta oscuridad.

Alzo mi copa por ti,
y por ustedes, y por los demás,
por quien un día dejó su país
y por aquel que quiso regresar.

Brindo por él y por mí,
por mis amigos, por los que no están,
por los que sueñan que hay que resistir
la tiranía de la soledad.

En la taberna de la vida
caben la espera y las despedidas,
y caben el llanto y el amor.
Y mientras tanto nuestras copas
nos dan la vida cuando el sueño acaba,
nos dan el vino y la canción.

Alzo mi copa por ti
y por ustedes, y por los demás,
vino a la vida para ser feliz
y vida al vino para continuar.