A golpe de madrugadas


Hombre, menos mal que tú estás hecho
a golpe de madrugadas,
menos mal que eres reflejo,
menos mal que eres espada.

Hombre, dime tú qué pasaporte
conseguir para esta suerte,
cuál historia verdadera
no termina con la muerte.

Dime, dime para qué sirvieron
tus borrachos y tus lobos,
qué sentimiento te atrajo,
qué desnudo entró en tu rostro,
por quién doblan las campanas
a esta hora de andar solos.

Hombre, eres como las pestañas
que se caen para dar suerte,
sigues vivo pues las nieves
conservaron tus hazañas.

Eres como Biblia ante el espejo,
defensor de la aventura,
de tus viejos y tus puentes,
de tus mares y tus dudas.

Dime qué no te gustó en el piso
leer el correo de aviso
que entregaste tu buen juicio
de pie junto a la ventana
y hoy como si fueran nuevas
por ti doblan las campanas.


Autor(es): Karel García