Mis todas esas cosas


Amanezco cada día reclamando tu figura
y a mi lado sólo queda el cuerpo de la sábana dormida.
Dónde fueron a parar tu gesto, tu "buen día", tu sonrisa,
mi café desayunado en medio de tu guerra y de tu prisa.

Porque tú eres
mis todas esas cosas
que necesito.
Y es que tú eres
mis todas esas cosas
que me hacen bien.


La ventana enmudecida anuncia que es temprano y que ha llovido,
que hoy pudiera ser un día inmenso sin guitarra y sin amigos.
Si al menos tuviera tener un poco del aroma que me nutre
lograría dar contigo persiguiéndote en mi nube.

Mira cómo danzan a mi lado
fieras dentelladas de estos días
con sabor a ayer.
Mira que me acechan tus pedazos
esos que quedaron como lanzas
en cada pared.

Ya no sé de qué manera terminar con mi fastidio
si te espero, la impaciencia; si te busco, un laberinto,
si te pienso, la imprudencia; no pensarte, un desafío,
se hace tarde y me hago viejo mañana será lo mismo.


Autor(es): Carlos Lage