Calma


Tientas la suerte preguntándome que piensas.
Si quieres te dibujo, susurrando, qué llego a imaginar.
Mientras me estás acariciando, guardas
distancias que te saltas para darme
motivos que me incitan a mezclarte
tu fantasía y mi verdad.
Los trucos que me invento yo si quieres te los cuento
pero en calma.

Frenético es el ritmo cuando hay calma.
Sudar neuronas, ir poniendo trampas.
Dejar que hable la piel
esa lengua que nos une desde el alma.
Voy a pegarle un sorbo a tus entrañas.
Resulta casi obsceno ir a una cama,
el morbo sólo es lamernos con palabras.


Bebo el resto del aliento que aún nos queda.
Tú mándame algún verso por la oreja,
yo ya lo rimaré al compás que me marcas cuando tiemblas
y me dices que no aguantaremos más.
Regálame un segundo, no hace falta respirar.
No es malo que se acabe el universo
si se expande con la calma.

Y se mezclan la saliva y el sudor, el cielo y el infierno.
Y se diluye tu vicio en mi sabor.
El cigarro se consume, niña, hagamos un resumen
pero en calma.


Autor(es): Rafa Pons