Ya no hay locos


Ya no hay locos,
ya no hay locos,
ya no hay locos.
Amigos, ya no hay locos.

Ya no hay locos,
ya no hay locos,
ya no hay locos.
En España, ya no hay locos.


Se murió aquel manchego,
aquel estrafalario fantasma del desierto.

Todo el mundo está cuerdo,
terrible, horriblemente cuerdo.

¿Cuándo se pierde el juicio?
Yo pregunto: ¿Cuándo se pierde, cuándo?
Si no es ahora, que la justicia
vale menos que el orín de los perros.


Autor(es): León Felipe, Paco Ibáñez