Qué lástima


¡Que lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas de hoy cantan!

¡Que lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!

¡Que lástima
que yo no tenga una patria!
¡Que lástima que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara
a mas de otras cosas raras,
un viejo sillon de cuero, una mesa apolillada
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.

¡Que lástima
que yo no tenga un mi abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra mano en el puño de la espada!

¡Que lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa…
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!


Autor(es): León Felipe