Sé que a veces el destino
puede parecernos cruel.

Sé que hay muchas cosas que
quizás nunca comprenderé...

Pero también sé
que nunca me puedo abandonar.

Por más que la tristeza sea embriagante,
¡no me embriagaré!
porque no es nada leal soltar las riendas de mi ser.

¡Nada nunca es tan grave,
por más que lo parezca!
nada nunca es tan grave
si no me abandono y me soy fiel.

Puede ser que a veces no tenga las fuerzas
para levantarme en seguida y luchar.
Puede ser que sienta que no existe nadie,
nadie quien realmente me pueda ayudar.

Pero si tan solo no olvido que no se está
más solos de lo que se quiere estar,
me doy cuenta de que el tiempo es corto
y que lo que quiero es ser mejor
¡cada vez más y más!

Por más que la tristeza sea embriagante
¡no me embriagaré!
porque no es nada leal soltar las riendas de mi ser.

¡Nada nunca es tan grave,
por más que lo parezca!
nada nunca es tan grave
si no me abandono y me soy fiel.

Mientras me quiera bien
la adversidad no me va a vencer.
¡Nada nunca es tan grave!

Letra y música de Verónica Baidal ©
Incluida en su álbum "Espiral", 2015
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