Así, ni modo


Una canción que dice
la forma en que debiéramos bailar,
un pantalón que aprieta,
un calcetín que asoma,
algo banal.

Trece sonrisas desdibujan una conversación,
desde la barra construyo
un discurso para aparentar mejor,
aquello que no somos,
que queremos todos.

Un triunfador que llega
con ganas de dejarse hacer notar
y otra canción que grita
qué extremidad debierais agitar.

Tres espejismos, luces,
y yo sin ganas de saltar.
Un desembarco de consuelos amistosos,
varias formas de mirar
y no a los ojos.

¡Cómo miran los ojos!

Se agotan las paciencias
y el Karma no acaba de llegar.
Tendrá otras cosas urgentes,
tampoco creo mucho en el azar.

Ni en las mentiras a medias,
ni en vasos diminutos que carga el diablo,
ni en cuentos de otros tiempos,
ni en telediarios,
y menos en dejarse llevar
por el instinto primario.

Ni en señales que me digan que hoy,
quizás empiece todo
o acabe en el lodo.

¡Qué difícil es hacer el amor
sin un escenario!
¿Quién me mandaba a mí
embarcarme en este plan improvisado?

Hay bronca en el fondo,
el campeón bien se ha hecho notar.
Creo que por hoy basta,
no quiero que me digan más
cómo se baila
esta danza absurda,
hay gente a quien le gusta.

Seguridad nos aleja
y el Karma se acaba de presentar.
Venía con retraso,
no creo que esto se vaya a arreglar.

Ni creo en las mentiras a medias
ni en vasos diminutos que carga el diablo
ni en cuentos de otros tiempos
ni en telediarios
y menos en dejarse llevar
por el instinto primario.

Ni en señales que me digan que hoy,
quizás empiece todo.

Pero así, ni modo.

Y el aire que me sobre alrededor… y el tiempo que se quede en nada.
¿Dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité?


Writer/s: Dani Tejedor