Vecina


Vecina,
qué bonita es usted,
se me van los ojos
tras de sus encantos
al verla pasar.

Por Dios
que ya no aguanto
las ansias de hablarle
y de confesarle
esté mi gran amor.

Vecina,
qué bonita es usted,
cuántas cosas bellas
quisiera decirle
al verla pasar.

Y yo que sólo tengo
ojos para mirarla,
me muero de tristeza
al sentir su frialdad.

Vecina,
princesa de mi barrio,
yo que tanto la quiero
y usted ni siquiera
me ha querido mirar.

Y yo que sólo tengo
ojos para mirarla,
me muero de tristeza
al sentir su frialdad.

Vecina,
princesa de mi barrio,
yo que tanto la quiero
y usted ni siquiera
me ha querido mirar.


Writer/s: Jaime Mayer Guzman