Terruqueo
Condenan a 16 años de prisión al trovador ayacuchano Walter Humala por el Caso Perseo
El cantautor peruano Walter Humala ha sido sentenciado a 16 años de cárcel por presunta afiliación terrorista en el marco del Caso Perseo. La condena, que será apelada por Humala, ha reavivado el debate en torno al terruqueo y a la criminalización de ideologías disidentes en Perú.
El cantautor peruano Walter Humala ha sido sentenciado a 16 años de cárcel por presunta afiliación terrorista en el marco del Caso Perseo. La condena, que será apelada por Humala, ha reavivado el debate en torno al terruqueo y a la criminalización de ideologías disidentes en Perú.
Walter Humala.
El cantautor ayacuchano Walter Humala Lema ha sido condenado a 16 años de prisión efectiva como autor del delito de terrorismo, bajo la acusación de afiliación a una organización terrorista en el marco del mediático Caso Perseo. La sentencia, emitida por el Poder Judicial de Perú, sostiene que Humala estaría vinculado al Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF), una organización acusada de servir como fachada de Sendero Luminoso. Humala, sin embargo, rechaza la condena y ha anunciado su intención de apelar a la Corte Suprema en busca de su absolución.
El fallo fue emitido con un voto en discordia de uno de los magistrados del tribunal, quien argumentó que las pruebas no son concluyentes para vincular a Humala con actividades terroristas, y que la sentencia se basa principalmente en su supuesta afinidad ideológica con el llamado "Pensamiento Gonzalo", sin que existan evidencias de actos violentos o de apología al terrorismo por parte del trovador. Esta división dentro del tribunal ha dado fuerza a los argumentos de quienes sostienen que la condena criminaliza ideologías disidentes y abre la puerta al llamado "terruqueo" en el ámbito judicial peruano.
El Caso Perseo, del cual surge esta condena, ha atraído la atención mediática no solo por los nombres implicados, sino también por la figura de Oscar Arriola, actual jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional del Perú (PNP) y uno de los principales impulsores de este tipo de acusaciones. Arriola, conocido por su firme postura contra las organizaciones de izquierda, ha sido una figura polémica, especialmente durante las protestas contra la presidenta Dina Boluarte, donde su postura se caracterizó por el terruqueo de manifestantes y disidentes políticos.
El terruqueo, práctica política y social utilizada principalmente por sectores conservadores y de derecha en Perú, consiste en acusar de "terrorista" o "partidario del terrorismo" a quienes tienen propuestas de izquierda o representan una postura disidente del establishment y del statu quo neoliberal. Mediante esta táctica, que se ha vuelto habitual en el discurso político, se busca desprestigiar al oponente y desacreditar su discurso, vinculándolo a grupos armados como Sendero Luminoso o el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), lo que lleva a que su mensaje sea percibido como apología del terrorismo y, en consecuencia, invalidado en el ámbito público.
Esta sentencia contra Humala también pone de relieve el uso del terruqueo en el contexto judicial, ya que el fallo se sustenta en supuestas afinidades ideológicas y no en pruebas materiales de actividades terroristas. Para numerosos analistas y activistas, este enfoque judicial plantea un riesgo en el que el ejercicio de la libre expresión y de posiciones políticas de izquierda pueden ser criminalizados bajo acusaciones de terrorismo.
Walter Humala, una figura ampliamente conocida en el ámbito cultural de Perú, especialmente en Ayacucho, es apreciado por su labor como trovador y su contribución a la música popular peruana. Su defensa ha argumentado que la vinculación ideológica con movimientos de izquierda no implica afinidad con actividades violentas, y que la condena representa un peligroso precedente de persecución ideológica que podría afectar a otras figuras de la cultura y la política disidente en Perú.
La apelación de Humala, pendiente de ser revisada por la Corte Suprema, ha generado un amplio debate en el país sobre los límites de la justicia y la libertad de expresión, así como sobre el alcance del terruqueo en el ámbito judicial y su impacto en la política peruana.
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