Terruqueo

Condenan a 16 años de prisión al trovador ayacuchano Walter Humala por el Caso Perseo

REDACCIÓN el 28/10/2024 

El cantautor peruano Walter Humala ha sido sentenciado a 16 años de cárcel por presunta afiliación terrorista en el marco del Caso Perseo. La condena, que será apelada por Humala, ha reavivado el debate en torno al terruqueo y a la criminalización de ideologías disidentes en Perú.

Walter Humala.

El cantautor ayacuchano Walter Humala Lema ha sido condenado a 16 años de prisión efectiva como autor del delito de terrorismo, bajo la acusación de afiliación a una organización terrorista en el marco del mediático Caso Perseo. La sentencia, emitida por el Poder Judicial de Perú, sostiene que Humala estaría vinculado al Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (MOVADEF), una organización acusada de servir como fachada de Sendero Luminoso. Humala, sin embargo, rechaza la condena y ha anunciado su intención de apelar a la Corte Suprema en busca de su absolución.

El fallo fue emitido con un voto en discordia de uno de los magistrados del tribunal, quien argumentó que las pruebas no son concluyentes para vincular a Humala con actividades terroristas, y que la sentencia se basa principalmente en su supuesta afinidad ideológica con el llamado "Pensamiento Gonzalo", sin que existan evidencias de actos violentos o de apología al terrorismo por parte del trovador. Esta división dentro del tribunal ha dado fuerza a los argumentos de quienes sostienen que la condena criminaliza ideologías disidentes y abre la puerta al llamado "terruqueo" en el ámbito judicial peruano.

El Caso Perseo, del cual surge esta condena, ha atraído la atención mediática no solo por los nombres implicados, sino también por la figura de Oscar Arriola, actual jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional del Perú (PNP) y uno de los principales impulsores de este tipo de acusaciones. Arriola, conocido por su firme postura contra las organizaciones de izquierda, ha sido una figura polémica, especialmente durante las protestas contra la presidenta Dina Boluarte, donde su postura se caracterizó por el terruqueo de manifestantes y disidentes políticos.

El terruqueo, práctica política y social utilizada principalmente por sectores conservadores y de derecha en Perú, consiste en acusar de "terrorista" o "partidario del terrorismo" a quienes tienen propuestas de izquierda o representan una postura disidente del establishment y del statu quo neoliberal. Mediante esta táctica, que se ha vuelto habitual en el discurso político, se busca desprestigiar al oponente y desacreditar su discurso, vinculándolo a grupos armados como Sendero Luminoso o el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), lo que lleva a que su mensaje sea percibido como apología del terrorismo y, en consecuencia, invalidado en el ámbito público.

Esta sentencia contra Humala también pone de relieve el uso del terruqueo en el contexto judicial, ya que el fallo se sustenta en supuestas afinidades ideológicas y no en pruebas materiales de actividades terroristas. Para numerosos analistas y activistas, este enfoque judicial plantea un riesgo en el que el ejercicio de la libre expresión y de posiciones políticas de izquierda pueden ser criminalizados bajo acusaciones de terrorismo.

Walter Humala, una figura ampliamente conocida en el ámbito cultural de Perú, especialmente en Ayacucho, es apreciado por su labor como trovador y su contribución a la música popular peruana. Su defensa ha argumentado que la vinculación ideológica con movimientos de izquierda no implica afinidad con actividades violentas, y que la condena representa un peligroso precedente de persecución ideológica que podría afectar a otras figuras de la cultura y la política disidente en Perú.

La apelación de Humala, pendiente de ser revisada por la Corte Suprema, ha generado un amplio debate en el país sobre los límites de la justicia y la libertad de expresión, así como sobre el alcance del terruqueo en el ámbito judicial y su impacto en la política peruana.

LO + LEÍDO
1.
Los colores de Poveda
[16/10/2025] por Carles Gracia Escarp

Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".

2.
Dialecto de Pájaros: El resurgir en Chile de una cantata chamánica
[03/11/2025] por Ricardo Tapia

Casi cuatro décadas después de su estreno en Ámsterdam, la cantata Dialecto de Pájaros del compositor Patricio Wang revive en Chile con una versión revisada por su autor. Una obra mística y vanguardista que regresa para cerrar un ciclo pendiente en la historia musical de Quilapayún y Patricio Wang.

3.
«Serenamente», el segundo disco póstumo de Vicente Feliú
[24/10/2025]

El próximo 11 de noviembre, en el aniversario del nacimiento de Vicente Feliú, se publica Serenamente, segundo álbum póstumo del trovador cubano. Con producción general de Silvio Rodríguez y la participación de artistas como Miriam Ramos, Aurora Hernández y Carlos Lage, el disco recoge una selección de canciones registradas en los Estudios Ojalá y ahora reunidas en un nuevo capítulo de su legado.

4.
Joaquín Sabina salta al cómic con «Pasión y vida (Vol. 1)», la novela gráfica autorizada sobre su biografía
[27/10/2025]

Guionizada por Kike Babas y Kike Turrón e ilustrada por doce destacados dibujantes, Joaquín Sabina. Pasión y vida (Vol. 1) recorre en formato cómic la primera etapa vital y artística del trovador de Úbeda, desde su infancia hasta su consagración como figura fundamental de la canción en castellano.

5.
«Quan el cel es tornà negre»: Feliu Ventura lidera un canto coral contra la gestión política de la DANA en Valencia
[24/10/2025]

Feliu Ventura regresa tras tres años de silencio escénico con Quan el cel es tornà negre, una canción que recupera la forma colectiva de la dansà valenciana y se convierte en una denuncia abierta a la gestión de la catástrofe ocurrida durante la DANA del 29 de octubre de 2024. Acompañado por La Maria, Titana, Miquel Gil, Pep Gimeno "Botifarra" y Vicent Torrent, Ventura convierte la canción en una herramienta de memoria, denuncia y solidaridad.