Novedad discográfica
César de Centi y «La luz de los gigantes»: Un sugerente revuelo de sensaciones, vivencias y sentimientos por el que merece la pena dejarse seducir
Este coleccionador de cotidianidades y de latidos se llama César de Centi, y es un cantautor gallego que, como él mismo dice, lleva más de diez años haciendo canciones y pretendiendo devolverle a la canción algo de lo mucho que de ella ha recibido.
Este coleccionador de cotidianidades y de latidos se llama César de Centi, y es un cantautor gallego que, como él mismo dice, lleva más de diez años haciendo canciones y pretendiendo devolverle a la canción algo de lo mucho que de ella ha recibido.
César de Centi
© Inés Poveda
«Principios y declaraciones», primer disco de César de Centi, compartido con José Luis Paz.
César de Centi
Portada del disco «La luz de los gigantes» de César de Centi.
«Coleccioné lunares,
comisura de labios en cajas de zapatos,
antídotos contra diversos males,
cuerdas viejas de Chaouen y Silvio,
luz tenue de caricias de su cuerpo,
sueños de otros manuales de despedidas,
baches que a otros enseñaron a saltar.
Coleccioné lunares,
deseos inconfesables de ángeles a Cristo,
septiembres en carpetas de estudiantes,
pretérito imperfecto convertido en futuro,
aprendí de aciertos de otros
que no les permiten continuar,
baches que a otros enseñaron a saltar».
(Coleccioné. César de Centi).
He de decir, para empezar, que desde que tuve la suerte de escuchar cantar a César por primera vez a través del disco Principios y declaraciones (2008) —disco compartido con José Luis Paz—; y posteriormente —entre otras ocasiones— en varios encuentros dominicales de Música por la Voluntad, siento hacia él y hacia sus composiciones una muy particular atracción.
Me atraen en primer lugar, sus sonoridades —su música, su voz, el tono de sus canciones—, Desde el primer momento que le escuché percibí, con mucha claridad, como el cantar de este compositor gallego se nutre y está enraizado en el particular universo sonoro de la más auténtica "canción de autor". (Ahí quedan sus anteriores referencias a Silvio y a Chaouen).
Se nota, con evidencia, que César de Centi ha sabido sumergirse sensorialmente en ese universo sonoro y que se ha dejado atrapar por él... Es curioso, pero desde el primer momento, desde la primera canción que le escuché —Silencio—, sentí que sus sonoridades me eran familiares y que conectaban con lo mejor y con lo que más aprecio y amo de mi universo musical; universo sonoro que, como es sabido, gira en torno a la obra musical y poética de los "cantautores".
En segundo lugar, me atrajo, y me sigue atrayendo, de César de Centi el libre revuelo de sensaciones, de vivencias y de sentimientos que se desprende de su cantar; un cantar y una poÉtica sugerentes que se entretejen de palabras y expresiones que, aireadas con el "soplo" de sus melodías, logran abrir insospechados mundos perceptivos por los que merece la pena dejarse atrapar y seducir. Mundos vividos, soñados, añorados o deseados que te renacen inconscientemente "vivificados" al escucharle cantar:
«Tambalear infiernos»...; «elegir bien el traje reponiendo bombillas»...; «hipnotizar las penas de un tango de Gardel»...; «dejar la vergüenza bajo llave y parar el reloj»...; «y en tus ojos olvidarme de mí»...; «morir atropellado por tus besos y mis ganas»...; «nadar entre alfileres»... ... ... «Luces de gigantes»...; «paredes que sueñan tu ropa»...; «olores a ropa tendida que amortizan la pena y labios que te ponen la piel de gallina»...; «viejas postales que sonríen»...; «un clip que desata ombligos»...; «lunares en la piel»...; «ojos mapas, manos abrigo y risas pulmón»...; «los días pares y la felicidad impar»...; «y el arte y el amor de manos arriba»... «Lleva, lleva, lleva, llévame»
Todo esto, o sea, esa doble atracción —en algún que otro momento transformada en hechizo— que me producen las canciones de César de Centi, después de varios años de espera, se ponen de manifiesto y quedan grabadas en su nuevo disco La luz de los gigantes; un disco por el que, como antes decía, merece la pena dejarse seducir.
En La luz de los gigantes —disco producido por David Taboada, Javier Pato y el propio César— han participado, por una parte, un magnífico equipo de músicos integrado por Diego Barral, Juan Aparicio, Dresan Drex, Tonu Leiro, Mabel Carro, Mou, David Taboada, Tamara Díaz, Juan Cardoníe, Luis Moro y Lago Gordillo; y por otra parte un lindo grupo de amigos y amigas —a Centi es muy difícil dejar de quererle— que han unido sus voces a la de César: Dévora Silva, Tamara Díaz, Silvia Penide, Félix Arias, Paris Joel, Xurxo Mares, Fátima Baña, Marcos Mella, Nando Deibe, Jorge Bau, Miguel Castro, Danieme, Richi García, Carlos Valiño, María González, Dresan Drex, Pablo Rubén, Jacobo Paz, Tato López, Robert Pier, Xosé Constenla y Mou —prácticamente el todo y lo mejor de la nueva canción gallega—.
Poco más que decir y ahí queda mucho por escuchar y para disfrutar... ¡Compraros el disco!, os lo recomiendo... y con él, dejaros seducir y echaros a volar...
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