Juego que me regalo un seis de enero
llevo dogal de belleza
entre la hombrera y la cabeza,
entre rodilla y cinturón.
Haciendo crítica social
me perfumé de valiente,
creyeron que era disidente
y no era más que natural.
Martí me habló de la amistad
y creo en él cada día,
aunque la cruda economía
ha dado luz a otra verdad.
El mundo tiene la razón
puesta en el pan, en el diario,
ese señor rudimentario
que nos dará la absolución.
Ciega, la vida nueva es
como un verso al revés,
como un amor por descifrar,
como un Dios en edad de jugar.
Trino, vete al destino,
al punto que será final,
juega lo que no jugué,
y canta que aunque sin rey mago
sigo en pie.
Seguro estoy requetemal,
debo sufrir algo extraño,
pues ni la hiel ni el desengaño
me dan razón de funeral.
El fin de siglo trae la sien
cebada de podredumbre,
como invitándome a una lumbre
que prenderá quien ame bien.
Bendito el tiempo que me dio
una canción sin permiso.
Bendito sea el paraíso
algo infernal que me parió.
El día del Armagedón
no quiero estar tras la puerta,
sino soñando bien alerta,
donde esté a salvo de perdón.
(1991)
Cuando yo estaba en el tercer grado, mi maestra pensaba que yo era anormal. Oí como se lo decía a los padres de una niña, fuera del aula, aunque me encontraba esperando a que terminara la clase de catecismo. A mi no me metían en aquella lección porque mi padre lo había prohibido, con la amenaza de ponerme en otra escuela. La hija de aquellos padres que me miraban con arrobada piedad, se llamaba Lupe. Era muy buena y aplicada, era la excelencia anual del colegio y aquel año sus padres estaban preocupados porque sus notas habían bajado un poquito. Ni sus padres ni la maestra podían saber que Lupe, a quien yo amaba como un condenado, nos enredábamos en extensas discusiones espirituales cuyo meollo era la existencia de los tres reyes magos. Ella afirmaba que no existían, que eran nuestros padres, y yo, que no iba a la clase de religión, lo contrario. Un buen ejemplo de cómo el hábito no hace al monje.
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
Casi cuatro décadas después de su estreno en Ámsterdam, la cantata Dialecto de Pájaros del compositor Patricio Wang revive en Chile con una versión revisada por su autor. Una obra mística y vanguardista que regresa para cerrar un ciclo pendiente en la historia musical de Quilapayún y Patricio Wang.
El próximo 11 de noviembre, en el aniversario del nacimiento de Vicente Feliú, se publica Serenamente, segundo álbum póstumo del trovador cubano. Con producción general de Silvio Rodríguez y la participación de artistas como Miriam Ramos, Aurora Hernández y Carlos Lage, el disco recoge una selección de canciones registradas en los Estudios Ojalá y ahora reunidas en un nuevo capítulo de su legado.
Guionizada por Kike Babas y Kike Turrón e ilustrada por doce destacados dibujantes, Joaquín Sabina. Pasión y vida (Vol. 1) recorre en formato cómic la primera etapa vital y artística del trovador de Úbeda, desde su infancia hasta su consagración como figura fundamental de la canción en castellano.
Feliu Ventura regresa tras tres años de silencio escénico con Quan el cel es tornà negre, una canción que recupera la forma colectiva de la dansà valenciana y se convierte en una denuncia abierta a la gestión de la catástrofe ocurrida durante la DANA del 29 de octubre de 2024. Acompañado por La Maria, Titana, Miquel Gil, Pep Gimeno "Botifarra" y Vicent Torrent, Ventura convierte la canción en una herramienta de memoria, denuncia y solidaridad.