Gana la banca
Da igual si no lo encontráis lógico, a nosotros ya nos va bien.
¿Qué cobráis un sueldo de mierda trabajando como forzados?
Ni se os ocurra quejaros, que sois unos privilegiados.
Hay otras personas con menos manías que pueden sustituiros.
Sois depredadores o sois presas: el Mercado funciona así.
Los sindicatos los sacamos el primero de mayo a pasear
y el resto del año vienen a comernos de la mano.
¿Las pensiones? Cosa de pobres. Ser pobre no está de moda.
Los viejos pobres viven demasiado, dejemos que ruede la rueda
y aplaste a quien no espabile. Mientras Marx juega a la rayuela,
gana la Banca.
Somos tan buenos que os dejamos creer que tenéis derecho a escoger,
y os permitimos votar a quienes nos tendrán que obedecer.
Podéis elegir entre la derecha y la derecha disfrazada
de izquierda, con el fascismo acechando en la esquina.
Y si algo falla, y si no hacéis la elección correcta,
siempre podemos corregirlo echando mano de un tribunal.
¿La cultura? Preferimos hablar de entretenimiento.
Si un tertuliano grita lo suficiente, no necesita ningún argumento.
Sabemos qué hacéis, qué miráis, qué compráis, cómo llenáis el ocio...
Nos dais vuestros datos gratis para que hagamos negocio con ellos.
No necesitamos disparar ni un disparo, y el pájaro cae de la rama.
Gana la Banca.
Expulsamos de la escuela las artes y el pensamiento crítico
y así el lenguaje se vuelve cada vez más raquítico.
Los niños deben ser rentables, no sabios. Son futuras
piezas de nuestro engranaje, no les convienen las alturas.
Nosotros ya tenemos centros que preparan a las élites.
¿Qué decís de la igualdad? ¡Va, dejaos de chistes!
Cuando es necesario, nos ponemos la máscara y mareamos la perdiz
utilizando palabras vacías, también el lenguaje inclusivo,
y así todo sigue igual, y nuestra cantinela
os adormece mientras seguimos agarrados al pezón.
¿La Justicia? Es una puta que nos la mama y se abre de piernas.
Gana la Banca.
Tenemos teles y periódicos, y compramos los dirigentes
políticos, y decidimos estéticas y corrientes.
Maestros de la hipocresía, virtuosos del cinismo,
hablando de democracia, financiamos el terrorismo
y, para implantar un Estado policial, con tres falacias
os dejamos acojonados y todavía nos dais las gracias.
Os hacemos pagar a precio de escándalo agua, luz y otras historias
-hay que alimentar a quienes hacemos pasar por las puertas giratorias...
Os dejamos sólo la paja mientras nos llevamos el grano
y pronto os cobraremos comisiones por respirar.
Cuando queremos, el grifo se abre; cuando queremos, el grifo se cierra.
Gana la Banca.
Va, podéis ganar a la loto, tener cinco minutos de fama...
Pareceos a nosotros, seguid nuestro programa:
os decimos qué debéis pensar, os decimos qué es impensable,
os decimos qué debéis escupir, os decimos qué es deseable,
quién es el bueno y quién es el malo, qué es mentira y qué es verdad.
Manténganse a la espera, vamos a publicidad.
¿Verdad que no queréis ser unos losers? Pues venga, comprad, comprad
un nuevo coche, el último móvil... ¡No me digáis que no aspiráis
a un piso flamante del tamaño de una jaula de conejos!
Podéis dejar la hipoteca como herencia a vuestros hijos.
Y si no podéis pagar, os haremos de terapeuta:
nos quedaremos con el piso y vosotros con la deuda.
¿Globalización? ¡Claro! Pero a nuestro estilo:
las películas, la música... Todos consumís lo mismo
y además estáis convencido de que deseáis lo que os vendemos.
Creamos las necesidades y después las satisfacemos.
No es el inglés, es el dinero la auténtica lengua franca.
Gana la Banca.
Hay una sanidad de los pobres, otra para los patricios.
Un remedio sólo se fabrica si debe dar beneficios.
Hasta una pandemia es útil si se trata de ganar más.
Decimos si una guerra es justa, decidimos cuál no lo es,
y vendemos armas por todas partes, y reprimimos todo tumulto:
los Derechos Humanos son muy útiles para limpiarnos el culo.
Se acerca un nuevo feudalismo, el futuro ya no es lo que era,
¡y no movéis ni un dedo! ¿La rebelión? Una quimera.
Sois unos vasallos que obedecen y que envidian al señor.
Sois unos corderos que van solos camino del matadero.
Sois negros, corcheas, fusas... y nosotros somos la blanca.
Gana la Banca.
Mientras medio mundo agoniza y el otro medio reprime,
mientras las mafias gobiernan, mientras el clima se destruye,
os hemos convencido, y esto es tan divertido como terrible,
que este mundo de miserables es hoy el único posible,
y os entretenemos blandiendo los colores de las banderas
mientras nuestro capital salta todas las fronteras.
Cuando, de tanto ordeñar el planeta, lo hayamos convertido en un triste harapo,
cuando esta vieja Tierra se vaya a tomar por el saco,
tendremos reservados billetes a otros sistemas solares,
así como ayer poseíamos los refugios nucleares.
Es nuestro el punto de apoyo y el control de la palanca.
Quien queremos se queda atrás, quien queremos salta la valla
y quien queremos tropieza. En fin...
gana la banca.
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
Casi cuatro décadas después de su estreno en Ámsterdam, la cantata Dialecto de Pájaros del compositor Patricio Wang revive en Chile con una versión revisada por su autor. Una obra mística y vanguardista que regresa para cerrar un ciclo pendiente en la historia musical de Quilapayún y Patricio Wang.
El próximo 11 de noviembre, en el aniversario del nacimiento de Vicente Feliú, se publica Serenamente, segundo álbum póstumo del trovador cubano. Con producción general de Silvio Rodríguez y la participación de artistas como Miriam Ramos, Aurora Hernández y Carlos Lage, el disco recoge una selección de canciones registradas en los Estudios Ojalá y ahora reunidas en un nuevo capítulo de su legado.
Guionizada por Kike Babas y Kike Turrón e ilustrada por doce destacados dibujantes, Joaquín Sabina. Pasión y vida (Vol. 1) recorre en formato cómic la primera etapa vital y artística del trovador de Úbeda, desde su infancia hasta su consagración como figura fundamental de la canción en castellano.
Feliu Ventura regresa tras tres años de silencio escénico con Quan el cel es tornà negre, una canción que recupera la forma colectiva de la dansà valenciana y se convierte en una denuncia abierta a la gestión de la catástrofe ocurrida durante la DANA del 29 de octubre de 2024. Acompañado por La Maria, Titana, Miquel Gil, Pep Gimeno "Botifarra" y Vicent Torrent, Ventura convierte la canción en una herramienta de memoria, denuncia y solidaridad.