En el vientre de los estados


- Madre, algunos me dicen por la calle
que soy un mal valenciano,
que eso de hablar con Carles,
que es un chico de Premià,
sin cambiar de lengua
es algo que no se hace.
Que él y no debemos entendernos,
que catalán y valenciano
tienen tan poco que ver
como un piojo y un bacalao.
Que si la realidad niega
lo que afirman los de arriba,
lo que tiene que hacer un patriota
es negar la realidad.
Madre, algunos me dicen por la calle
que soy un mal valenciano,
y los que me lo dicen, siempre
me lo dicen en castellano.
Madre, no tienen vergüenza:
¡que se vayan a la mierda! (1)

No me fío de las banderas,
tengo alergia a las fronteras
y nunca canto himnos,
pero amo la palabra,
la única patria, el eslabón
que nos une a un tiempo y un espacio.
Con una lengua hecha jirones,
subalterna y humillada,
seremos espectros helados...
O ponemos yeso en la grieta,
o nos reducirán a mierda
en el vientre de los Estados.


- Madre, el patrón asegura
que el catalán que hablamos
no es útil para el turismo,
que el castellano sí que vale
y que aún es más útil
empezar a aprender alemán
porque el futuro de Mallorca
lo dictan las leyes del Mercado
Hablar la lengua de los amos
demuestra que eres un buen perro,
y así te caerán las sobras
cuando ellos ya estén ahítos.
Madre, nos estamos vendiendo las islas,
las palabras y la dignidad
y vamos perdiendo la memoria
De quiénes somos y de quiénes hemos sido.
Mientras se llenen los bolsillos,
a algunos esto tanto les da,
Pero somos muchos más de los que creen
los que no queremos aflojar.

- Madre, en la escuela me enseñan
que no es más que un patois
la lengua que hablo.
Y me lo dicen, vaya caso,
los que están orgullosos de pertenecer
a la cuna de los Derechos Humanos.
Esto me haría reír
si no hubiera para llorar.
Madre, quien sopla las brasas,
puede hacer avivar el fuego,
pero en el Rosellón., hace siglos
que dejamos el aliento en un cajón.
Confundimos la República
con Dios y el Espíritu Santo,
el francés con la cultura
y la opresión con la igualdad.
¿Qué libertad defiende,
y qué fraternidad,
aquel que asesina las palabras
de quien es su soberano?


En el original, esta estrofa está escrita en la variante valenciana del catalán; la segunda, en la variante balear; la tercera, en la variante rosellonesa de la Cataluña bajo dominio francés. Fueron grabadas respectivamente por Vicent Torrent (del grupo Al Tall), Tomeu Penya y Jordi Barre. Miquel Pujadó grabó el estribillo, escrito en catalán central.
Versión de Miquel Pujadó
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