Los vendimiadores


Alrededor de septiembre,
antes de que llegue el frío,
compran su billete
para el tren de la esperanza.

Y los hemos visto alejarse
con la maleta a cuestes
andando por un andén
de la estación de Francia...

Quizá tiene cuatro troncos
perdidos en un campo.
Quizá no tiene ni un palmo de tierra.
quizá no tiene ni un pueblo,

y de los frutales del Segre
se van a recoger algodón
o a podar, y cuando no hay
nada más, hacen de peón.

Son gente de Aragón,
de África y del Sur,
los vendimiadores.

Otros van a otras tierras,
abandonando un terruño
seco y pedregoso
que les dejó el padre.

Un terruño donde día a día
se dejaron la piel,
donde se hicieron viejos
cuando no era tiempo todavía...

Un pedazo de salchichón,
un mendrugo de pan
y un trago de vino hará
más corto su viaje.

Cada uno esconde un sueño,
cada cual tiene un acento,
pero toda esta gente
habla el mismo lenguaje.

El idioma del peón.
Sencillo, duro y a destajo,
de los vendimiadores.

Y desde que el sol se Levante
hasta que lo esconda la cumbre,
cortar y cortar uva
de unas cepas que son de otro.

Y por la noche se juntan
para maldecir el destino,
con la paja del cojín
royéndoles la mejilla.

Y en el invierno de vuelta a casa
con cuatro duros que
ha de darles lo que
no da el campo del padre.

Hasta el año que viene cuando vuelvan
con la maleta a cuestas
a andar por el andén
de la estación de Francia.

Son gente de Aragón,
de África y del Sur,
los vendimiadores.
Versión de Joan Manuel Serrat
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Esta canción aparece en la discografía de
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