Presentando su disco «Ojo de culebra»
Lila Downs le canta a la «Pachamama» y a los expatriados en su escala en EEUU
La cantante mexicana Lila Downs recaló el jueves en Los Ángeles (California) para presentar el repertorio de su disco “Ojo de Culebra” en un concierto tan original en géneros musicales como la propia intérprete que le canta a la Pachamama y a los expatriados del mundo.
La cantante mexicana Lila Downs recaló el jueves en Los Ángeles (California) para presentar el repertorio de su disco “Ojo de Culebra” en un concierto tan original en géneros musicales como la propia intérprete que le canta a la Pachamama y a los expatriados del mundo.
AFP - “Por esta realidad distinta que estamos viviendo todos en el mundo en estos días, por todos los que dejan su patria, por la Pachamama”, dijo Downs en un auditorio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ante miles de de seguidores de esta artista fronteriza, capaz de ser tan mexicana con una ranchera como estadounidense con un blues.
Acompañada de músicos impecables de Nueva York, San Francisco y buena parte de Latinoamérica, Downs se despachó sola con los temas que en su último disco interpreta en dúos, como “Perro Negro” grabado junto a Ixaya Mazatzin Tleyotl, el último nombre artístico de Rubén Albarrán, cantante de Café Tacuba y “Tierra de Luz”, que grabó con Mercedes Sosa.
Con la guitarra del venezolano Juancho Herrera, el arpa del mexicano Celso Duarte, la percusión del colombiano Samuel Torres y la batería del chileno Yayo, entre otros, Downs volvió dos veces sobre el escenario ante una audiencia mayoritariamente de raíces mexicanas, identificada en un lugar como California con su arte multicultural, multiétnico, multimedia y bilingüe.
Downs, que interpreta con un sabor único “La Llorona”, sigue su periplo en Estados Unidos en lugares cercanos de México como Tucson en Arizona y Santa Fe, en Nuevo México.
Luego partirá a la costa este para presentarse en el auditorio de Berklee en Boston el 18 de abril y tras una única presentación en Aguascalientes en su país, saltará la primera semana de mayo a España, Grecia, Francia, Suiza, Macedonia, Eslovenia “y hasta Serbia”, contó el mes pasado.
Esta hija de una mujer indígena “mixteca de San Miguel el grande” y de un cineasta norteamericano y St. Paul, Minnesota (norte), criada en parte en Oaxaca, llegó al gran público gracias al éxito de la banda sonora “Burn It Blue” de la película “Frida” (2002).
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
Casi cuatro décadas después de su estreno en Ámsterdam, la cantata Dialecto de Pájaros del compositor Patricio Wang revive en Chile con una versión revisada por su autor. Una obra mística y vanguardista que regresa para cerrar un ciclo pendiente en la historia musical de Quilapayún y Patricio Wang.
El próximo 11 de noviembre, en el aniversario del nacimiento de Vicente Feliú, se publica Serenamente, segundo álbum póstumo del trovador cubano. Con producción general de Silvio Rodríguez y la participación de artistas como Miriam Ramos, Aurora Hernández y Carlos Lage, el disco recoge una selección de canciones registradas en los Estudios Ojalá y ahora reunidas en un nuevo capítulo de su legado.
La casa discográfica Bis Music celebró el Día de la Cultura Cubana con la presentación oficial de Álbum blanco para Silvio Rodríguez, un disco colectivo que reúne once canciones escritas por el cantautor en su juventud, interpretadas por artistas de Cuba, América Latina y España. La producción recupera piezas poco conocidas y propone nuevas lecturas sobre su universo poético y musical.
Feliu Ventura regresa tras tres años de silencio escénico con Quan el cel es tornà negre, una canción que recupera la forma colectiva de la dansà valenciana y se convierte en una denuncia abierta a la gestión de la catástrofe ocurrida durante la DANA del 29 de octubre de 2024. Acompañado por La Maria, Titana, Miquel Gil, Pep Gimeno "Botifarra" y Vicent Torrent, Ventura convierte la canción en una herramienta de memoria, denuncia y solidaridad.