La no pedida de mano


No cometamos el error de herir al ángel del amor con su saeta
Muchos amantes, al jugar, han terminado por probar su cruel vendetta.
Tengo el honor de no querer pedir tu mano,
no firmemos al pie de un papiro profano.

Dejemos que vuele el gorrión, pues no tendremos más prisión que la palabra
¡Al cuerno las personas que atan su vida a los quehaceres de una casa!
Tengo el honor de no querer pedir tu mano.
No firmemos al pie de un papiro profano.

Que Venus llega a envejecer, harta de tanto remover una marmita
De ningún modo he de llegar, sobre el puchero, a deshojar mi margarita.
Tengo el honor de no querer pedir tu mano.
No firmemos al pie de un papiro profano.

Quien su secreto reveló, todo el encantó le robó a Melusina.
Que los poemas mueren si se los olvida entre los libros de cocina.
Tengo el honor de no querer pedir tu mano.
No firmemos al pie de un papiro profano.

Quizá parezca elemental meter en tarros de cristal la confitura,
mas la manzana del Edén, al ser hervida, ha de perder su esencia pura.
Tengo el honor de no querer pedir tu mano.
No firmemos al pie de un papiro profano.

No habrá criadas en mi lar, de las tareas del hogar yo te dispenso
¡Oh compañera! que has de ser mi eterna novia, esa en la que yo siempre pienso.
Tengo el honor de no querer pedir tu mano.
No firmemos al pie de un papiro profano.


Autor(es): Georges Brassens

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