Décimas (87): Con mi litigio de amor
Con mi litigio de amor
llegué donde el señor juez,
por remediar de una vez
la causa de mi aflicción.
Le digo que en Concepción
sufrí muy grande amargura
que a punto de locura
me tuvo el desasosiego,
y al señor juez yo le ruego:
«Senténcieme con premura».
Mi caso tan complica’o
es este, su señoría:
se me perdió l’alegría
sin saber cómo ni cuándo.
Aquí me ve usted llorando
con la mirada en el suelo;
la vida me da recelo,
m’espanta su indiferencia,
la mano de la inclemencia
me ha echa’o este nudo ciego.
Ya ve mi cara, señor,
más pálida que la muerte;
escuche cómo de fuerte
palpita mi corazón.
Mi pobre caparazón
tirita como en invierno,
mis venas son un infierno
que arden con fuego mortal.
Castígueme el tribunal
si acaso culpa yo tengo.
Es increíble y penoso
lo que yo estoy padeciendo,
que se me van escondiendo
las ansias de hallar reposo.
Motivo muy doloroso
el sueño me ha prohibido,
la fuerza me ha consumido
y me ha atormentado el alma.
Pa’ mí lo que llaman calma
es vocablo sin sentido.
Si el día se me hace largo,
la noche el doble, señor;
con amapolas en flor
consigo entrar en letargo.
Mi cautiverio es amargo,
sus yerros aborrecibles,
que ya se me hace insufrible
la luna del alto cielo,
y la Virgen del Carmelo
no está pa’ mí disponible.
llegué donde el señor juez,
por remediar de una vez
la causa de mi aflicción.
Le digo que en Concepción
sufrí muy grande amargura
que a punto de locura
me tuvo el desasosiego,
y al señor juez yo le ruego:
«Senténcieme con premura».
Mi caso tan complica’o
es este, su señoría:
se me perdió l’alegría
sin saber cómo ni cuándo.
Aquí me ve usted llorando
con la mirada en el suelo;
la vida me da recelo,
m’espanta su indiferencia,
la mano de la inclemencia
me ha echa’o este nudo ciego.
Ya ve mi cara, señor,
más pálida que la muerte;
escuche cómo de fuerte
palpita mi corazón.
Mi pobre caparazón
tirita como en invierno,
mis venas son un infierno
que arden con fuego mortal.
Castígueme el tribunal
si acaso culpa yo tengo.
Es increíble y penoso
lo que yo estoy padeciendo,
que se me van escondiendo
las ansias de hallar reposo.
Motivo muy doloroso
el sueño me ha prohibido,
la fuerza me ha consumido
y me ha atormentado el alma.
Pa’ mí lo que llaman calma
es vocablo sin sentido.
Si el día se me hace largo,
la noche el doble, señor;
con amapolas en flor
consigo entrar en letargo.
Mi cautiverio es amargo,
sus yerros aborrecibles,
que ya se me hace insufrible
la luna del alto cielo,
y la Virgen del Carmelo
no está pa’ mí disponible.
Idiomas
Esta canción aparece en la discografía de
LO + LEÍDO
1.
La Mar de Músicas dedicará su edición 2026 a Ecuador
[28/07/2025]
El festival La Mar de Músicas, organizado por el Ayuntamiento de Cartagena (España), ha anunciado que Ecuador será el país invitado de su 31ª edición, que se celebrará del 17 al 25 de julio de 2026. El anuncio se realizó durante el concierto de clausura de la edición 2025, en un acto simbólico que marcó el paso del testigo desde Corea del Sur al país andino.
2.
Fallece Enric Hernàez
[19/08/2025]
El cantautor barcelonés Enric Hernàez ha muerto a los 68 años. Considerado uno de los nombres más personales de la generación posterior a la Nova Cançó, exploró con libertad estilos como el pop, el jazz, la bossa nova y el rock, así como la musicalización de poesía.