Una vez más
ni diferencia el viento del sur o el norte,
ahora es un ciudadano
siempre a contramano
del tráfico feroz, del tráfico feroz.
Dejó la manzanilla por la ginebra
y la yerba buena por la buena yerba
y aquella luna clara
por otra conquistada
y parece que es feliz,
y parece que es feliz.
Pero de vez en cuando recuerda el mar
y la felicidad se vuelve melancolía
y así termina el día una vez más.
Se apalancó en un nido de alquiler,
se acostumbró al agobio de no poder
gritar a campo abierto,
mirar el ancho cielo,
y dice que es feliz,
y dice que es feliz.
Pero de vez en cuando por la ventana
se le van las ganas
con las nubes que van pasando
y que lo están llamando una vez más.
Pero de vez en cuando recuerda el mar
y la felicidad se vuelve melancolía
y así termina el día una vez más.
(1982)
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