Cuando desperté
el día fue un sueño dorado,
cuando desperté
Gabriela seguía a mi lado.
Y me sonrió
pensando en mis bellaquerías,
y me sonrió
con cara de muy buenos días.
Vivir, soñar,
vivir soñar,
tal vez despertar.
Preparé café
que alcohol convirtió en carajillos,
preparé café,
encendimos dos cigarrillos.
La besé en la voz,
tenía sabor a pomelo,
la besé en la voz
mi mano jugó con su pelo.
Qué bien.
Qué bien florece el jazmín
cuando lo baña la luna
y qué bien brilla la luna
al aroma del jazmín.
Y aún mejor floreces tú,
brillas tú y aromas tú
cuando me miras así
y me dices ven aquí.
Ven aquí, ven aquí,
radiante Gabriela me llama,
ven aquí,
palmaditas daba en la cama.
Cuando me dormí
Gabriela dormía a mi lado,
cuando me dormí
soñé que lo había soñado.
Vivir, soñar,
vivir soñar,
tal vez despertar.
A sus 94 años, Omara Portuondo publica Eternamente Omara, un nuevo trabajo discográfico en el que revisita grandes canciones del repertorio cubano acompañada por artistas como Nathy Peluso, Pablo López, Angelique Kidjo y Silvio Rodríguez, quien cantará Demasiado, tema incluido originalmente en Segunda cita (2010).
La violinista barcelonesa Olvido Lanza publica su primer disco en solitario tras una larga trayectoria acompañando a grandes cantautores, Mayte Martín, Manolo García, Miguel Poveda y, de forma especialmente destacada, a Joan Manuel Serrat.
La pianista cubana Malva Rodríguez —hija de Silvio Rodríguez y Niurka González— ofreció un programa que recorrió géneros clave de la tradición musical de la isla, con obras de Lecuona, Caturla, López-Gavilán, Oliva, Alén y un cierre con Chopin, en una actuación ovacionada en el Centro de las Artes de la ciudad francesa.
Marina Paredes, cantautora y actriz gestual nacida en La Vila Joiosa (País Valenciano) en 1998, lanza en junio de 2025 su nueva canción: Nana de la prisa, una composición íntima y profundamente mediterránea que busca arropar con dulzura los ritmos acelerados de la vida contemporánea.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.