Con la libertad
agitar el cielo con las alas.
Amar la libertad, sentirse mar,
dejar la espuma de la risa en cualquier playa
o quebrar el llanto allá en las rocas
donde nadie encuentre nuestras lágrimas.
Vivir la libertad, de cara al viento
con el brazo fuerte y la razón alzada,
aunque tengamos que morirnos ¡libres!
Morir en libertad, la voz quebrada,
que alguno ha de pasar por el camino
y acunará en los brazos nuestra verdad cansada
y nuestros huesos desde abajo de la tierra,
irán apuntalando sus pisadas
que cuando grite, en el vigor del puño,
habrá de alzarse nuestra sangre renovada.
Con la libertad, los trigales nuevos.
Con la libertad, pájaros al viento.
Es la libertad ese grito eterno
que sacude el mar, que rompe el silencio,
que abate la roca, que desanda el viento,
que pone en la boca el azul del cielo.
Con la libertad, campanas al vuelo,
lágrimas de paz y los ojos buenos,
banderas de luz, canto a pecho abierto,
la sangre que va creciendo, creciendo,
las manos tendidas a horizontes nuevos,
dar hasta la vida por sentir su beso.
Libres, libres, con la luz y el canto,
libres con el llanto, con la tierra arada,
rica o desolada, con trigales nuevos,
con los ojos buenos, libres hasta ciegos,
libres con campanas, libres con mañana,
con el horizonte, sin cielo ni nada.
Con las manos yertas, aunque la miseria
derrumbe las puertas, aunque naufraguemos
sin estrella ni puerto.
¡Libres!, ¡siempre libres!, ¡libres hasta muertos!
Un día salimos a la calle con mucha esperanza. En la Plaza de Mayo, una multitud saludaba el enésimo regreso a la democracia. El peronismo había ganado ampliamente las elecciones y su fórmula Cámpora-Solano Lima asumía la presidencia de la nación.
Ante mis ojos asombrados vi desfilar a Salvador Allende, de Chile, y a Dorticós, Presidente de Cuba. La emoción que teníamos era indescriptible y la primera frase, que es la que siempre tira del resto del poema, apareció: Con la libertad...
Estaba situado, apretado diría, sobre las viejas paredes de la catedral de Buenos Aires. Del paquete de cigarrillos que tenía, saqué el papel plateado y sobre la parte blanca escribí esas palabras que luego fueron la canción. Una chica que estaba a mi lado me prestó su lápiz de ojos y ahí, sobre las paredes añejas del templo nació Con la libertad.
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
Casi cuatro décadas después de su estreno en Ámsterdam, la cantata Dialecto de Pájaros del compositor Patricio Wang revive en Chile con una versión revisada por su autor. Una obra mística y vanguardista que regresa para cerrar un ciclo pendiente en la historia musical de Quilapayún y Patricio Wang.
El próximo 11 de noviembre, en el aniversario del nacimiento de Vicente Feliú, se publica Serenamente, segundo álbum póstumo del trovador cubano. Con producción general de Silvio Rodríguez y la participación de artistas como Miriam Ramos, Aurora Hernández y Carlos Lage, el disco recoge una selección de canciones registradas en los Estudios Ojalá y ahora reunidas en un nuevo capítulo de su legado.
Guionizada por Kike Babas y Kike Turrón e ilustrada por doce destacados dibujantes, Joaquín Sabina. Pasión y vida (Vol. 1) recorre en formato cómic la primera etapa vital y artística del trovador de Úbeda, desde su infancia hasta su consagración como figura fundamental de la canción en castellano.
Feliu Ventura regresa tras tres años de silencio escénico con Quan el cel es tornà negre, una canción que recupera la forma colectiva de la dansà valenciana y se convierte en una denuncia abierta a la gestión de la catástrofe ocurrida durante la DANA del 29 de octubre de 2024. Acompañado por La Maria, Titana, Miquel Gil, Pep Gimeno "Botifarra" y Vicent Torrent, Ventura convierte la canción en una herramienta de memoria, denuncia y solidaridad.