Las ranas en un lago


Las ranas en un lago cantaban y jugaban,
ningún temor tenían, bien tranquilas estaban;
hicieron caso al diablo, muy mal se aconsejaban;
pidieron rey a Júpiter, mucho se lo rogaban.

Envióles don Júpiter la viga de un lagar,
la más grande que pudo; cayó en aquel lugar;
hizo el golpe del fuste a las ranas callar,
mas ven pronto que no era rey para dominar.

Se suben a la viga cuantas pueden subir,
dijeron: -No es buen rey para nos lo servir.
Pidieron a don Júpiter cual solían pedir.
Don Júpiter, con ira, túvolas que oír.

Como rey envióles cigüeña carnicera
que recorría el lago por toda su ribera;
andando pico-abierta y con gran tragadera,
de dos en dos las ranas, comía muy ligera.

Quejándose a don Júpiter dieron voces las ranas:
-¡Señor, Señor, socórrenos, tú que matas y sanas!
el rey que tú enviaste por nuestras voces vanas
nos da muy malas tardes y peores mañanas.

Quien tiene lo bastante, dése por bien pagado;
el que puede ser libre no quiera estar atado;
no desee inquietudes quien vive sosegado;
ser libre, independiente, no es con oro comprado.
Idiomas

Esta canción aparece en la discografía de
LO + LEÍDO