Novedad discográfica
«Posada de la Sangre (Buñuel y el 27)», la nueva travesía sonora y literaria de Ángel Petisme
El cantautor aragonés Ángel Petisme publica Posada de la Sangre (Buñuel y el 27), un libro-disco en el que rinde homenaje a Luis Buñuel y a los poetas de la Generación del 27, uniendo música y palabra como herramienta de memoria y resistencia, veinticinco años después de su anterior obra dedicada al cineasta aragonés.
El cantautor aragonés Ángel Petisme publica Posada de la Sangre (Buñuel y el 27), un libro-disco en el que rinde homenaje a Luis Buñuel y a los poetas de la Generación del 27, uniendo música y palabra como herramienta de memoria y resistencia, veinticinco años después de su anterior obra dedicada al cineasta aragonés.
Portada del disco «Posada de la Sangre (Buñuel y el 27)» de Ángel Petisme.
El escritor, músico y poeta aragonés Ángel Petisme vuelve a trazar puentes entre la música, la literatura y la historia con su nuevo libro-disco, titulado Posada de la Sangre (Buñuel y el 27). Se trata de la segunda y última parte de un díptico iniciado en 1999 con Buñuel del desierto, un trabajo que también estaba consagrado a la figura de Luis Buñuel. En esta nueva entrega, Petisme amplía el foco y lo dirige hacia la constelación de amistades e influencias del cineasta en la Residencia de Estudiantes, rindiendo homenaje a los poetas de la Generación del 27 que fueron asesinados o forzados al exilio.
Posada de la Sangre se presenta como una obra que busca mucho más que la evocación nostálgica. En ella, la memoria se transforma en una celebración de la rebeldía, entendida no como gesto de solemnidad, sino como impulso vital y creativo. Petisme recupera voces esenciales como las de Federico García Lorca, Luis Cernuda, Concha Méndez, José Moreno Villa y Pedro Garfias, y las coloca en un espacio sonoro donde convergen el jazz, el tango, el cabaret y el foxtrot.
El proyecto combina el formato libro con el disco, en una fusión que no se limita a poner música a poemas: los interpreta desde dentro, encarnando sus emociones y revitalizándolos en el presente. La música no adorna los versos, sino que los atraviesa y los enciende, proponiendo una lectura rítmica, performativa y política. La figura de Buñuel se entrelaza con la de estos poetas exiliados o silenciados, componiendo un mosaico donde la memoria cultural española se afirma desde el arte.
El título del libro-disco, Posada de la Sangre, no es casual. Evoca un lugar de tránsito, de encuentros y desencuentros, de paso entre la luz y la sombra, como el que habitaron muchos de los autores recordados en esta obra. A esa posada llegan también los ecos de Calanda y Cuernavaca, dos geografías esenciales en la vida de Buñuel, cuyo tambor sigue resonando en los márgenes del presente.
A diferencia de su anterior trabajo sobre Buñuel, esta segunda parte ha sido realizada sin ningún tipo de respaldo institucional. Tal como ocurrió con el propio cineasta, que vio cómo la comisión del centenario de la muerte de Goya rechazó su primera película en 1928 y que terminó financiando Un perro andaluz gracias al apoyo de su madre, Petisme ha llevado adelante esta nueva obra con sus propios medios y el apoyo de su hermana. En palabras del autor, se trata de un trabajo "a pulmón", sustentado por los ahorros familiares y la complicidad de su entorno.
El libro-disco también podría haber llevado por título Buñuel de los exilios, ya que buena parte de sus contenidos están dedicados a aquellos amigos del cineasta que se vieron obligados a abandonar España, como Rafael Alberti, María Teresa León, Manuel Altolaguirre o Emilio Prados. En este sentido, la obra funciona como un recordatorio de una diáspora cultural que sigue teniendo resonancia hoy, y que Petisme recupera con la voluntad de mantener viva una llama de dignidad, libertad y belleza.
El Covard (El cobarde) es el décimo disco publicado por el cantautor catalán Josep Andújar “Sé”. Incluye una habanera titulada Onades dins del cor (Olas en el corazón), escrita por el autor con música de Llorenç Fernández, canción que encarna la esencia de este nuevo trabajo realizado por un artista ligado a sus orígenes, al mar Mediterráneo, a la “Cançó de taverna” y marinera, a una cultura de tierra y mar que tras sus muchos años de oficio sigue aflorando en todas sus composiciones.
El cantautor barcelonés Enric Hernàez ha muerto a los 68 años. Considerado uno de los nombres más personales de la generación posterior a la Nova Cançó, exploró con libertad estilos como el pop, el jazz, la bossa nova y el rock, así como la musicalización de poesía.