Reedición de sus siete primeros LP (1977-1990)
Marina Rossell: Para disfrutar de la belleza
Marina Rossell es, sin lugar a dudas, una de las voces más prodigiosas y más bellas de la "nova cançó" y, en general, de este género musical al que llamamos la "canción de autor". (Lo de "genero musical" aplicado a la "canción de autor" se lo escuché decir por primera vez a Gabriel Celaya).
Marina Rossell es, sin lugar a dudas, una de las voces más prodigiosas y más bellas de la "nova cançó" y, en general, de este género musical al que llamamos la "canción de autor". (Lo de "genero musical" aplicado a la "canción de autor" se lo escuché decir por primera vez a Gabriel Celaya).
Marina Rossell se incorporó al mundo de la canción a finales de los setenta afrontando un doble reto: por una parte, la dificultad real que suponía –al interior de Cataluña– abrirse un hueco en la "nova cançó" —tan marcadamente polarizada por grades personalidades artísticas como Lluís Llach, Raimon, Quico Pi de la Serra o Maria del Mar Bonet—; y, por otra parte, la dificultad, igualmente importante, para introducirse en el mercado y en el público nacional en un momento en que la "nueva canción en castellano" se encontraba inmersa en un proceso de replanteamiento y de reencuentro de su propia identidad.
Dificultades que Marina supo afrontar y superar con dos de sus más admirables cualidades: La calidad de su canto, y su capacidad para crear, con sus canciones, ámbitos –yo diría que "universos"– de belleza y de sensibilidad.
Prueba y testimonio de aquella superación son sus primeros discos; discos que acaba de reeditar la compañía Harmonia Mundi / World Village en formato CD con el título genérico de Inicis (1977-1990). Siete discos imprescindibles que se sitúan a años mil del recuerdo –es decir, más allá de la memoria– porque tienen absoluta vigencia y porque cada uno de ellos, en si mismo, atesora una belleza de la que merece la pena disfrutar.
La obra, con siete CD's, editada por Harmonia Mundi, se completa con un libreto en el que Marina va describiendo, brevemente, cada disco; y de las letras, en castellano y en catalán de todas las canciones.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
La exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, que podrá verse en el Disseny Hub Barcelona del 2 de julio al 16 de noviembre de 2025, recupera a través de 250 piezas —incluyendo las portadas de discos de la Nueva Canción Chilena— el papel fundamental del diseño gráfico e industrial en el proyecto de transformación social impulsado por Salvador Allende.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Camila Guevara, joven artista cubana de 24 años nieta de Pablo Milanés y del Che Guevara, ha iniciado su carrera musical con el disco Dame flores, tras un año marcado por la pérdida de su madre, su abuelo y su padre, Camilo Guevara. A pesar del dolor, su voz y su música la han sostenido, componiendo desde emociones intensas y personales.