Acetre celebra su 35º aniversario con un nuevo disco, «Arquitecturas rayanas»

Desde su origen en 1976, Acetre se ha forjado una firme trayectoria como portavoz de la tradición musical de Extremadura desarrollando su trabajo en base a la reinterpretación de la música tradicional buscando, además, nuevos caminos en composiciones pero sin perder el sonido que identifica a su pueblo y la tradición lusa.

Situados en la localidad fronteriza con Portugal de Olivenza, en 1999 apuestan por un folk bilingüe y sacan al mercado Canto de Gamusinos, que supone un vuelco dentro del panorama musical en Extremadura, que culmina en el 2007 con la aparición del delicioso Dehesario.

Desde su formación, Acetre ha pasado por diferentes etapas, realizando en los últimos años un trabajo musical creativo orientado en dos frentes: la reelaboración de la música tradicional y la composición de nuevas creaciones en las que está siempre presente el elemento étnico.

Creación y renovación musical sobre una rica base tradicional se unen a su larga experiencia como músicos, para acertar en un engranaje de calidad instrumental y vocal capaz de abrir nuevos horizontes dentro de las músicas inspiradas en las raíces tradicionales.

Arquitecturas rayanas

En la propuesta de Acetre se dan desde siempre un sinfín de cruces y hallazgos, de espacios recónditos donde convive lo ancestral con lo universal y lo local. Sobre todo porque, sin estructuras formales, manejan con precisión los elementos más inquietantes y valiosos del lenguaje de la música.

Esta nueva entrega titulada Arquitecturas Rayanas, con fuerza naturalista y un audio perfecto, de perceptible sabor tradicional extremeño y a la vez de perfil global, refleja todo el sonido mixturado, moderno y sutil de Acetre. Las composiciones son aquí un verdadero tejido envolvente, dulce y enigmático; exponen una musicalidad de temporalidad media y subiendo, hasta ser a veces casi bailable, y con carácter intimista pero envolvente, nos regalan plegarias hipnóticas y paisajes contemplativos.

Las encantadoras voces se abren en elevados giros, a su vez bien ancladas en la tierra; pero en algunos casos esa voz cantante es utilizada apenas como un instrumento más entre las capas del tejido. Pero no obviaremos las texturas, ni las variaciones en el ritmo, ni el profundo juego melódico, en los que Acetre se arriesga desde la libertad creativa, para llevarnos, en volandas casi, por lugares que se hacen visibles en la imaginación.

Merced al misterio de la música, pasearemos por los mercados de Zafra con aires de romance medieval; estaremos en la frescura aromática de las bodegas de Almendralejo; en las vendimias; por las calles empedradas de Ahigal (Cáceres), con sabores de alborada, o en una boda popular.

Pero también volaremos a las vecindades portuguesas con el Fado das aldeias; y contemplaremos aquellas plazas bajo cuyos pórticos la gente habla, comercia y canta; hospitalarios zaguanes que ocultan los Amores de Mariana, cantados por las saias de Olivenza. La voz se desgrana en el O Pedreiro de Cedillo (Cáceres), con la impronta y el acento lusitano. Y en La Casa de Mosés aquellos judíos del XVII nos dejan el alma en vilo; La torre de Floripes nos lleva a Cáceres y Perantella hasta Zarza de Granadilla, Ataecina en el Trampal a la misteriosa basílica de Alcuéscar…

Y así, lanzando puentes hacia los hermanos portugueses, en el tema As Pontes, el español y la vecina lengua portuguesa se alternan hermanados. En fin, un delicioso viaje por lugares encantadores y a la vez por el enigma del tiempo y la historia.

Por esto y por otras cualidades suyas, es muy difícil clasificar al grupo en un género o etiqueta de referencia; lo podríamos tildar sencillamente de folk, world music, experimentales...

Pero, en definitiva, es música actual, independiente en todo sentido, muy bien hecha, aunque con todo el condimento especial de la tradición folclórica extremeña y portuguesa y la sensualidad ancestral que sabe incardinarse en el presente.

Porque, sin duda, Acetre es tan amante de las músicas tradicionales de la Península, como de las nuevas técnicas, y esos extremos confluyen en sus creaciones. Y así Arquitecturas Rayanas propone una fusión contemplativa, con sonoridad actual, explorando a conciencia el carácter ritual de la música heredada; algo que ya trabajaron en sus anteriores discos.

Mezclando los aires populares, las voces, los ritmos e instrumentos autóctonos y, procesando todo en una pulida técnica, conjugan, sin ser extravagantes, lo antiguo y lo moderno, en un sonido orgánico rico en timbres y texturas.

Maravillosamente, en Arquitecturas Rayanas nos encontraremos con capas donde lo melódico y lo armónico discurren con naturalidad y cierto grado de improvisación experimental, que hacen de esta obra conceptual una pieza hipnótica que nos transporta a algo arriesgado y a la vez luminoso.

Acetre presentará en vivo Arquitecturas Rayanas el 5 de noviembre 2011 a las 21.00 horas en Madrid (Círculo de Bellas Artes), el 11 de noviembre 2011 a las 21.30 horas en Cáceres (Gran Teatro) y el 03 de diciembre 2011 a las 21.00 horas en Badajoz (Teatro López de Ayala)

Acetre está formado por Antonio Leyras (bajo), Ana Jiménez (voz), Clara Lorenzo (violín), Ana Márquez (voz), Inés Romero (acordeón), Paco Croche (percusiones), Fran González (batería), Víctor Asensio (flautas, gaita extremeña y clarinete) y José-Tomás Sousa (guitarra acústica, composición y dirección).