Novedad discográfica
León Gieco: Un «Desembarco» esperado y emocionante
Lo estaba esperando hace meses; tenía muchas ganas de poderlo tener entre mis manos, y, por fin, me ha llegado directamente de Buenos Aires —buenos tenían que ser— gracias a la generosidad y a la pasión que siente por la buena música mi amigo Alejandro Romano, padre y alimentador diario de uno de los mejores blogs actuales dedicado a la "canción de autor" y a otras maravillosas locuras; me refiero al blog: "El templo de las borracheras".
Lo estaba esperando hace meses; tenía muchas ganas de poderlo tener entre mis manos, y, por fin, me ha llegado directamente de Buenos Aires —buenos tenían que ser— gracias a la generosidad y a la pasión que siente por la buena música mi amigo Alejandro Romano, padre y alimentador diario de uno de los mejores blogs actuales dedicado a la "canción de autor" y a otras maravillosas locuras; me refiero al blog: "El templo de las borracheras".
León Gieco
© Inés Ulanovsky
Contraportada del disco «El desembarco» de León Gieco.
Sí, lo que estaba esperando era este último disco de León Gieco, titulado El desembarco. He de confesar que Gieco es uno de los músicos y de los cantantes que más admiro y de los que más disfruto desde que tuve el placer de escucharle y de conocerle en 1985 con motivo del lanzamiento de su doble LP De Ushuaia a la Quiaca. Vino a España y tuve la suerte de poder hacerle dos largas e inolvidables entrevistas en un programa de radio titulado "Donde la palabra se hace música" que en aquel momento dirigía y presentaba en Radio Popular.
El desembarco de León Gieco, hasta este momento, era un disco esperado; ahora, que ya lo tengo en mis manos y que he empezado a escucharlo —como siempre despacito "pa" disfrutarlo—, puedo decir que es un disco emocionante. Esperado porque hace seis años que León no había vuelto a grabar nuevas canciones; emocionante porque se trata de un trabajo que desprende latidos, sentimientos, emociones, solidaridades y buenísima música por "los cuatro costados"... ¡Una auténtica maravilla! (En un próximo artículo —cuando consiga empaparme bien de las doce canciones del disco— hablaré de ellas; hoy solamente pretendo dar fe —fe esperanzada y gozosa— de que ya se ha producido el "esperado y emocionante desembarco").
Gieco hablando de su nuevo disco nos lo presenta diciendo:
«Primero fueron ideas deshilvanadas, palabras perdidas, energías flotantes y un momento de dolor que marcó el comienzo del disco. Una canción para mi madre. Y sobrevolando, las dudas y la necesidad de un parate para pensar el sonido de este disco.
Y la respuesta fue el pulso que supo imprimirle Jim Keltner, batero histórico si los hay y los músicos increíbles que se coparon con las canciones, grabarlas en vivo, en cinta y con micrófonos antiguos para lograr ese sonido de fines de los sesenta y principios de los setenta que es la música que me marcó y que amo.
Este disco es: Mis 60. Este es el momento. Y como tal, tiene el sentido de todo lo que vengo acumulando y se va de mí en este nuevo desembarco».
Las letras de las canciones son de León Gieco —a excepción de A los mineros de Bolivia, basada en un texto de Ernesto "Che" Guevara— y la música, en la mayoría de los temas pertenece a Luis Gurevich, aunque también han participado Raúl Porchetto, Ivan Lins, Claudio Moglia, Luis Alberto Spinetta y el propio Gieco.
Es importante señalar, igualmente, la extraordinaria banda que acompaña a León en el disco; banda integrada por Jim Keltner —batería—, Dean Parks y Mark Goldenberg —guitarras—, Jimmy Johnson —bajo— y Jon Gilutin —teclados—; y la participación, como invitados y colaboradores, de Charly García, Nito Mestre, Rubén Rada, Hugo Fatorusso, Gustavo Santaolalla, Roxana Amed, Luis Alberto Spinetta y un largo etcétera.
Por último, para concluir este primer artículo dedicado al "Desembarco" de León Gieco —dentro de unos días volveré a hablar de este disco con más detalle— dejo aquí un fragmento del texto de la canción Ella con la que se abre el CD; canción que León dedica a su madre.
«Ojos claros en la oscuridad,
florcita lila resiste a los vientos,
secretos raros, lindos para guardar,
testigo de pájaros que volaron.
Ya no lloro, ella es parte del camino.
Viendo fotos viejas, me dio por llorar,
fue niña un día y yo no lo sabía,
tanto elemento para un solo viaje,
un minuto en sus brazos, cuánto daría.
Ya no lloro, ella es parte del camino.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
La exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, que podrá verse en el Disseny Hub Barcelona del 2 de julio al 16 de noviembre de 2025, recupera a través de 250 piezas —incluyendo las portadas de discos de la Nueva Canción Chilena— el papel fundamental del diseño gráfico e industrial en el proyecto de transformación social impulsado por Salvador Allende.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Camila Guevara, joven artista cubana de 24 años nieta de Pablo Milanés y del Che Guevara, ha iniciado su carrera musical con el disco Dame flores, tras un año marcado por la pérdida de su madre, su abuelo y su padre, Camilo Guevara. A pesar del dolor, su voz y su música la han sostenido, componiendo desde emociones intensas y personales.