I Bienal Catalunya / Uruguay 2012
La lírica de Feliu Ventura enamora en Montevideo
Los valencianos Feliu Ventura y Borja Penalba, protagonistas de la velada ofrecida el pasado viernes en la sala Experimental de Malvín, se sintieron abrumados por la respuesta y la actitud sumamente participativa de la gente que asistió a su recital, según confesaban una vez finalizado el recital.
Los valencianos Feliu Ventura y Borja Penalba, protagonistas de la velada ofrecida el pasado viernes en la sala Experimental de Malvín, se sintieron abrumados por la respuesta y la actitud sumamente participativa de la gente que asistió a su recital, según confesaban una vez finalizado el recital.
Feliu Ventura acompañado a la guitarra por Borja Penalba.
© Josep Maria Hernández Ripoll
Los vínculos entre artista y público que se crean en los conciertos programados en la I Muestra de Cultura Catalana en Uruguay, se multiplican en cada entrega.
Una sala que invita al intimismo, al contacto, cómo es el caso de la de Malvín, era el escenario idóneo para que Feliu Ventura destapara el tarro de les esencias líricas en un concierto en el que hubo momentos poéticos marcados por canciones cómo Lluna de safrà, dedicada al pueblo saharaui; con momentos más distendidos cómo cuando cantó El nus de la corbata, con mensaje implícito a los políticos corruptos.
Feliu Ventura, acompañado a la guitarra acústica por un excelente Borja Penalba, repasó la práctica totalidad de las piezas que componen su último trabajo, Música i lletra, que ha significado su retorno a la actualidad tras años de silencio discográfico.
A reclamo de alguien del público, el cantautor de Xàtiva aceptó interpretar Que no s’apague la llum, canción que en su día compartió con Lluís Llach. Eso fue en un largo bis en el que también repasó una de sus primeras canciones, Prometença, sobre versos del poeta Joan Salvat-Papasseit.
Como regalo a las ovaciones, Feliu Ventura sorprendió a los presentes con una versión en lengua catalana de A desalambrar, una de las canciones más populares de Daniel Viglietti. La despedida, cómo no, fue con el tema titulado Adéu.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
La exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, que podrá verse en el Disseny Hub Barcelona del 2 de julio al 16 de noviembre de 2025, recupera a través de 250 piezas —incluyendo las portadas de discos de la Nueva Canción Chilena— el papel fundamental del diseño gráfico e industrial en el proyecto de transformación social impulsado por Salvador Allende.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Camila Guevara, joven artista cubana de 24 años nieta de Pablo Milanés y del Che Guevara, ha iniciado su carrera musical con el disco Dame flores, tras un año marcado por la pérdida de su madre, su abuelo y su padre, Camilo Guevara. A pesar del dolor, su voz y su música la han sostenido, componiendo desde emociones intensas y personales.