Días de vino y música
Este fin de semana se ha celebrado la 14ª Feria del Vino en Falset, capital del Priorat (comarca situada en el interior de Cataluña) donde dicen los expertos que se elaboran varios de los mejores vinos del mundo. Y alguna cosa tendrán en común música y enología para que Lluís Llach y Joan Manuel Serrat se hayan implicado profesional y personalmente en los vinos de esta comarca.
Este fin de semana se ha celebrado la 14ª Feria del Vino en Falset, capital del Priorat (comarca situada en el interior de Cataluña) donde dicen los expertos que se elaboran varios de los mejores vinos del mundo. Y alguna cosa tendrán en común música y enología para que Lluís Llach y Joan Manuel Serrat se hayan implicado profesional y personalmente en los vinos de esta comarca.
Si parafraseamos a Sabina en aquello de que “Los ingredientes que debe reunir una buena canción son: una buena letra, buena música, buena interpretación y algo más. Ese algo nadie sabe en qué consiste, pero es lo que te llega adentro”, podríamos afirmar que “Los ingredientes del buen vino son: una buena uva, una buena elaboración y algo más. Ese algo nadie sabe en qué consiste, pero es lo que te llega adentro”.
Evidentemente yo tampoco sé qué es ese “algo más”, pero de lo que estoy plenamente convencido es que ambos “algo más” están hechos de la misma materia. Por eso siempre he creído que la diferencia entre hacer una buena canción o un buen vino es tan sólo el instrumento que uno tañe.
La música —igual que el vino— tiene la capacidad de emocionarnos, enternecernos, transportarnos, despertar en nosotros aquello que se durmió y recordarnos aquello que olvidamos o quisimos olvidar.
Existe —igual que en la música— un vino comercial y un vino de autor. El primero, sencillo, asequible, lineal y sin sorpresas, que atiende a sencillas etiquetas: tinto reserva, negro joven, blanco. Aquel vino que es posible encontrar en cualquier supermercado y cuyo nombre es conocido por todos. El segundo — sólo para grandes minorías—, artesanal, intuitivo, innovador. Pero especialmente sensitivo, transmisor, complejo, expresivo y con la capacidad de sacudir la puntita de nuestras terminaciones nerviosas.
Una canción —igual que un vino— amansa las fieras, rompe la muralla de corazones dolidos, abraza conciencias, despierta sensaciones latentes y, si bien no es la causa de que el sol se ponga, hace que el acto sea más hermoso.
Un buen vino —igual que una buena canción— pude degustarse en grupo y te hace solidario, con una compañía especial y te abre el corazón, en soledad y te reconcilia contigo mismo.
Una buena canción y un buen vino saben a la tierra misma de la que crecieron y por lo tanto son expresión vital de la cultura y el sentimiento arraigados en ella y, al cabo, un acto vital de creación.
El vino es en Llach y Serrat, una prolongación misma de su obra y no es extraño que hayan escogido el Priorat como escenario. El Priorat es —como la música— una tierra dura que no regala nada sin esfuerzo, pero que amándola y trabajándola es capaz de entregar los momentos más sublimes.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
La exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, que podrá verse en el Disseny Hub Barcelona del 2 de julio al 16 de noviembre de 2025, recupera a través de 250 piezas —incluyendo las portadas de discos de la Nueva Canción Chilena— el papel fundamental del diseño gráfico e industrial en el proyecto de transformación social impulsado por Salvador Allende.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Camila Guevara, joven artista cubana de 24 años nieta de Pablo Milanés y del Che Guevara, ha iniciado su carrera musical con el disco Dame flores, tras un año marcado por la pérdida de su madre, su abuelo y su padre, Camilo Guevara. A pesar del dolor, su voz y su música la han sostenido, componiendo desde emociones intensas y personales.