Doña María, le ruego
en nombre de la fortuna,
me deje ver a su niño
que me van a dar la una.
Doña María, yo vine
a ver el niñito ’e Dios.
Usted déme la licencia
que me van a dar las dos.
Pregúntele, Mariquita,
a su esposo don José.
Deje mirar al niñito
que me van a dar la tres.
Tome en cuenta, Mariquita,
casi gasté los zapatos
por ver a su manuelito;
ya me va a dar las cuatro.
De Ñuble vine, Señora,
de los campos de Niblinto,
por saludar a su niño
antes que me den las cinco.
Cogollo:
Señora Doña María,
rayito de clara luz,
que viva por muchos años
con su niñito Jesús.
Rolando Alarcón, en su versión de Traditional chilean folksongs, dice en la tercera estrofa «me dejen ver a su niño / que me van a dar la tres». En la quinta estrofa dice «ya me van a dar las cinco».
(1958)
Esquinazo de Navidad atribuido a Violeta Parra. Lo hemos transcrito de la interpretación de Víctor Jara en el disco del Conjunto Cuncumén, «Villancicos chilenos» (1959).
A sus 94 años, Omara Portuondo publica Eternamente Omara, un nuevo trabajo discográfico en el que revisita grandes canciones del repertorio cubano acompañada por artistas como Nathy Peluso, Pablo López, Angelique Kidjo y Silvio Rodríguez, quien cantará Demasiado, tema incluido originalmente en Segunda cita (2010).
La violinista barcelonesa Olvido Lanza publica su primer disco en solitario tras una larga trayectoria acompañando a grandes cantautores, Mayte Martín, Manolo García, Miguel Poveda y, de forma especialmente destacada, a Joan Manuel Serrat.
La pianista cubana Malva Rodríguez —hija de Silvio Rodríguez y Niurka González— ofreció un programa que recorrió géneros clave de la tradición musical de la isla, con obras de Lecuona, Caturla, López-Gavilán, Oliva, Alén y un cierre con Chopin, en una actuación ovacionada en el Centro de las Artes de la ciudad francesa.
Marina Paredes, cantautora y actriz gestual nacida en La Vila Joiosa (País Valenciano) en 1998, lanza en junio de 2025 su nueva canción: Nana de la prisa, una composición íntima y profundamente mediterránea que busca arropar con dulzura los ritmos acelerados de la vida contemporánea.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.