Tarde
Tarde, ven a helar el día
que chorrea por tu cuerpo
y en la punta de tus dedos
con mis ojos.
Tarde, cuéntame tu infancia
y delira en mis deseos
y en la espalda de tus labios
con mis ojos.
En tu nombre está contenta
mi manera de morirme.
Este rito es tan sagrado
como mi descubrimiento.
Con qué escudo
la victoria acostará a primavera
al costado de un durmiente.
Con qué magnífica sonrisa volverás
haciendo culpas de mis ojos y mi sed.
Y de mi sed a la esperanza para ti
que no he aprendido a maldecir o renunciar.
Y la culpa no es ni siquiera
de mis ojos que simulan vidrios
Quizás será que no puedo retenerte,
que no puedo pronunciarte,
que no puedo pronunciarte jamás.
que chorrea por tu cuerpo
y en la punta de tus dedos
con mis ojos.
Tarde, cuéntame tu infancia
y delira en mis deseos
y en la espalda de tus labios
con mis ojos.
En tu nombre está contenta
mi manera de morirme.
Este rito es tan sagrado
como mi descubrimiento.
Con qué escudo
la victoria acostará a primavera
al costado de un durmiente.
Con qué magnífica sonrisa volverás
haciendo culpas de mis ojos y mi sed.
Y de mi sed a la esperanza para ti
que no he aprendido a maldecir o renunciar.
Y la culpa no es ni siquiera
de mis ojos que simulan vidrios
Quizás será que no puedo retenerte,
que no puedo pronunciarte,
que no puedo pronunciarte jamás.
Idiomas
Esta canción aparece en la discografía de
LO + LEÍDO