El perro loquito
a comprar remedios para su perrito,
pero cuando vuelve, cargada de frascos,
el perro se peina, curado del hipo.
Doña Disparate va a comprar un hueso
y revoluciona la carnicería,
pero cuando vuelve su perro está en cama
sufriendo de un fuerte dolor de barriga.
Doña Disparate corre, salta y vuela
por las avenidas, llamando al doctor,
pero cuando llega su perro se muere,
con el rabo tieso y el ombligo al sol.
Doña Disparate llama a los bomberos,
a la policía y al sastre y al cura,
pero cuando llegan todos,
el perrito esta muy contento bailando la rumba.
Doña Disparate va a comprar un moño,
agua de colonia, jabón y cepillo,
pero cuando llega, llena de paquetes,
el perrito come dulce de membrillo.
Doña Disparate sigue disparando
con cuarenta diablos en las zapatillas,
mientras el perrito se queda en la casa,
sentado tranquilo fumando la pipa.
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
El músico argentino Milo J lanza La vida era más corta, un álbum doble donde se cruzan el folklore argentino y los sonidos urbanos contemporáneos, en una obra que reúne a varias generaciones y cuenta con colaboraciones destacadas como las de Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
El músico y compositor venezolano Henry Martínez murió este 2 de octubre, según informó su familia a través de un comunicado en redes sociales. Autor de más de 200 canciones, su obra fue interpretada por voces como Pablo Milanés, Martirio, Marc Anthony, Jerry Rivera, María Teresa Chacín, Cecilia Todd y Gualberto Ibarreto.
Tras más de quince años de amistad y colaboraciones esporádicas, la actriz y cantante española Leonor Watling y el músico y productor estadounidense Leo Sidran publican Leo & Leo, un álbum conjunto disponible en plataformas digitales, CD y vinilo. El proyecto, con colaboraciones de Jorge Drexler, Kevin Johansen y Javi Peña, se acompaña de una gira internacional junto a The Groovy French Band.
En un Palau Sant Jordi abarrotado, Joaquín Sabina se despidió de Barcelona con un concierto que fue al mismo tiempo un inventario de vida y un abrazo multitudinario a través de veintidós canciones que, tras más de medio siglo de carrera, ya no le pertenecen solo a él.