Coplas de Juan Panadero
por la tierra y por el mar,
el pan que amaso es de harina
que nadie puede comprar.
Digo con Juan de Mairena:
"Prefiero la rima pobre",
esa que casi no suena.
En lo que vengo a cantar,
de diez palabras a veces
sobran más de la mitad.
Hago mis economías,
pero mis pocas palabras,
aunque de todos, son mías.
Canto si quiero cantar,
sencillamente, y si quiero
lloro sin dificultad.
Mi canto, si se propone,
puede hacer del agua clara
un mar de complicaciones.
Yo soy como la saeta,
que antes de haberlo pensado
ya está clavada en la meta.
Si no hubiera tantos males,
yo de mis coplas haría
torres de pavos reales.
Pero a aquel lo están matando,
a este lo están consumiendo
y a otro lo están enterrando.
Por eso es hoy mi cantar
canto de pocas palabras
y algunas están de más.
De “Coplas de Juan Panadero” (1953)
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
El músico argentino Milo J lanza La vida era más corta, un álbum doble donde se cruzan el folklore argentino y los sonidos urbanos contemporáneos, en una obra que reúne a varias generaciones y cuenta con colaboraciones destacadas como las de Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
Tras más de quince años de amistad y colaboraciones esporádicas, la actriz y cantante española Leonor Watling y el músico y productor estadounidense Leo Sidran publican Leo & Leo, un álbum conjunto disponible en plataformas digitales, CD y vinilo. El proyecto, con colaboraciones de Jorge Drexler, Kevin Johansen y Javi Peña, se acompaña de una gira internacional junto a The Groovy French Band.
El músico y compositor venezolano Henry Martínez murió este 2 de octubre, según informó su familia a través de un comunicado en redes sociales. Autor de más de 200 canciones, su obra fue interpretada por voces como Pablo Milanés, Martirio, Marc Anthony, Jerry Rivera, María Teresa Chacín, Cecilia Todd y Gualberto Ibarreto.
En un Palau Sant Jordi abarrotado, Joaquín Sabina se despidió de Barcelona con un concierto que fue al mismo tiempo un inventario de vida y un abrazo multitudinario a través de veintidós canciones que, tras más de medio siglo de carrera, ya no le pertenecen solo a él.