Tanto Amar
Creo que ella es bonita
nene un ojo siempre flotando
Y otro que agita
Tiene un ojo que no está
Mis miradas evita
Y otro ojo va a desorbitar
Su pepita
La mitad de su mirar
Está llamando a la lucha, ansiosa
Y mitad quiere madrugar
En la bodeguita
Si a sus ojos fuera a cantar
Un ojo me tolera
Y otro va a inutilizar
Toda la pintura
Ella puede remolinear
Y cambiar de figura
La paloma de su mirar
Volverse miura
En la suma de su mirar
Yo voy a conocerme entero
Si nací para enfrentar el mar
O farolero
Amo tanto y de tanto amar
Creo que ella confía
Un ojo va a pestañar
Y otro me mira
Sus piernas me van a enroscar
En un ballet estrafalario
Sus dos ojos se encontrarán
En el infinito
Amo tanto y de tanto amar
En Managua tenemos un chico
Ya pensamos en casamos
En Puerto Rico
(1981)
Versión de Silvia Ulrik y Roberto Echepare
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
El músico argentino Milo J lanza La vida era más corta, un álbum doble donde se cruzan el folklore argentino y los sonidos urbanos contemporáneos, en una obra que reúne a varias generaciones y cuenta con colaboraciones destacadas como las de Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
Tras más de quince años de amistad y colaboraciones esporádicas, la actriz y cantante española Leonor Watling y el músico y productor estadounidense Leo Sidran publican Leo & Leo, un álbum conjunto disponible en plataformas digitales, CD y vinilo. El proyecto, con colaboraciones de Jorge Drexler, Kevin Johansen y Javi Peña, se acompaña de una gira internacional junto a The Groovy French Band.
El músico y compositor venezolano Henry Martínez murió este 2 de octubre, según informó su familia a través de un comunicado en redes sociales. Autor de más de 200 canciones, su obra fue interpretada por voces como Pablo Milanés, Martirio, Marc Anthony, Jerry Rivera, María Teresa Chacín, Cecilia Todd y Gualberto Ibarreto.
En un Palau Sant Jordi abarrotado, Joaquín Sabina se despidió de Barcelona con un concierto que fue al mismo tiempo un inventario de vida y un abrazo multitudinario a través de veintidós canciones que, tras más de medio siglo de carrera, ya no le pertenecen solo a él.