Caso Víctor Jara
El asesino de Víctor Jara, Pedro Barrientos, llega a Chile después de su extradición
En una tarde llena de significado histórico, Pedro Barrientos, el exteniente vinculado al asesinato de Víctor Jara en 1973, regresó a Chile tras ser extraditado desde Estados Unidos. Esta jornada marca el cierre de un prolongado y complejo proceso judicial que se desencadenó en 2013, cuando la justicia chilena solicitó su extradición. Barrientos fue detenido en octubre pasado en Florida, marcando el inicio de su camino de retorno a su país de origen.
En una tarde llena de significado histórico, Pedro Barrientos, el exteniente vinculado al asesinato de Víctor Jara en 1973, regresó a Chile tras ser extraditado desde Estados Unidos. Esta jornada marca el cierre de un prolongado y complejo proceso judicial que se desencadenó en 2013, cuando la justicia chilena solicitó su extradición. Barrientos fue detenido en octubre pasado en Florida, marcando el inicio de su camino de retorno a su país de origen.
Pedro Barrientos, sonriente a su salida de Miami.
© Anadolu Ajans%u0131
El proceso legal que llevó a la extradición de Barrientos se fundamentó en el uso de información falsa para obtener su residencia en Estados Unidos. Un hecho que, según el Ministerio de Relaciones Exteriores, abrió la puerta para su deportación a Chile. Esta estrategia legal, basada en irregularidades en su proceso de nacionalización estadounidense, allanó el camino para enfrentar a Barrientos a la justicia chilena.
Tras aterrizar en el Aeropuerto Pudahuel, Barrientos fue trasladado por la Policía de Investigaciones (PDI) en helicóptero hasta el Batallón de Policía Militar de Peñalolén, donde quedará detenido en prisión preventiva, a la espera de la reactivación de la causa que lo involucra en el asesinato de Víctor Jara.
El ministro encargado del caso, Guillermo de la Barra, verificó la entrega de Barrientos por parte de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos a la PDI, que procedió a su arresto. Posteriormente, el magistrado se presentó en el cuartel militar, notificando al exmilitar del proceso en su contra. Sin emitir declaraciones a la prensa, se retiró alrededor de las 23:00 horas.
La extradición de Barrientos se fundamentó en el uso de información falsa para obtener su residencia en Estados Unidos. El Ministerio de Relaciones Exteriores explicó que este hecho facilitó su deportación a Chile. Además, se reveló que Barrientos tenía antecedentes legales en tribunales chilenos desde 1987, relacionados con el manejo en estado de ebriedad con resultado de lesiones, sumados al proceso por el asesinato de Víctor Jara y del director de Gendarmería en 1973, Littré Quiroga.
Nacido en 1947, Barrientos, formado en la Escuela de las Américas financiada por Estados Unidos, participó en la represión y tortura sistemática de Jara y miles de personas detenidas durante el golpe. Integró un grupo de nueve oficiales formados en la Escuela de Ingenieros de Tejas Verdes. Los otros ocho —Hugo Sánchez, Raúl Jofré, Edwin Dimter, Nelson Haase, Ernesto Bethke, Juan Jara, Hernán Chacón y Patricio Vásquez— fueron condenados años atrás a cumplir la pena de 15 años y un día por el asesinato de Jara y Littré Quiroga.
Barrientos evitó la justicia al escapar a Estados Unidos en 1989, donde obtuvo la nacionalidad y vivió como cocinero anónimo. Su caso volvió a la luz en 2012 a través del testimonio de José Adolfo Paredes Márquez, un soldado a sus órdenes en el Estadio Nacional. Paredes relató las torturas y el cruel juego de ruleta rusa que Barrientos llevó a cabo con Víctor Jara, disparándole mortalmente.
Especialmente resentido con Quiroga, Barrientos había sido arrestado antes por participar en el "Tanquetazo" de 1973 y quedó libre tras el segundo alzamiento. La declaración de Paredes fue respaldada por otros soldados, como José Navarrete Barra, quien escuchó a Barrientos admitir haberle disparado a Víctor Jara.
Jara fue encontrado con su cuerpo destrozado por 56 fracturas y 44 balas, mientras que Quiroga presentaba 47 fracturas y 23 heridas de bala.
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