Sevilla y la Canción de Autor

Acogiéndome a la popular frase “Más vale tarde que nunca” escribo la crónica de unas jornadas relacionadas con la canción de autor que se celebraron en Sevilla los días 9 y 10 de abril. Aunque han pasado ya un par de meses quería dejar constancia de ello, porque en Sevilla no hay una tradición profunda en cuanto a este género, pero sí existimos los aficionados, y por supuesto los cantautores. Es una ciudad difícil para aquellos que pretenden abrirse un camino en esa profesión. Por eso desde aquí quiero apoyar a aquellos que intentan con todas sus fuerzas crear en ella un espacio para la canción de autor. Una de estas personas es Alfonso del Valle, cantautor sevillano que en una pequeño local situado en pleno corazón de Sevilla hace que viva la canción de autor. La Estación es una sala pequeñita y con pocos medios pero en la que late la pasión por este arte. Así y en este empeño se organizaron estas jornadas que quiero comentar.

Yo pude asistir al primero de los actos, cuyo programa consistía en una conferencia del profesor Fernando González Lucini, seguida de una actuación a cargo de varios cantautores, dos de ellos para mí fundamentales; artistas cuyas canciones nos han acompañado toda la vida a la gente de mi generación, como son Kiko Veneno y Luis Pastor, y junto a ellos otros más jóvenes en el mismo camino, Carlos Chaouen, Elena Bugedo y Ángela Biedma.

Comenzó su conferencia Fernando G. Lucini, y en el poco tiempo del que disponía dio un repaso a la historia de la canción, a sus orígenes, a su travesía y a la situación actual. No me extenderé mucho en explicar su disertación porque serían páginas y páginas, porque cuando Lucini habla sobre la canción de autor y sobre sus protagonistas dice tantas cosas en tan poco tiempo que es imposible, al menos para mí, sintetizar sus palabras. Esta es una capacidad que sólo la tienen los grandes expertos en una materia, con muchos años de experiencia a sus espaldas. En casi todos los comentarios que hago tengo que citar al profesor, porque sin su obra los aficionados sabríamos muy poca cosa de la canción de autor.  Él expone todo su conocimiento en sus libros y en sus recopilaciones musicales para disfrute de todos los aficionados, y muestra de ello es, además, su blog que es un verdadero regalo para todas las personas que aman la canción.

De su conferencia en Sevilla quiero destacar dos cosas que comentó y que posteriormente se tradujeron en dos perlas para los que estuvimos allí.  De Kiko Veneno dijo algo que casi nadie sabe, que fue el primero que cantó a Miquel Martí i Pol en castellano, un poema emblemático que cantaba Ramon Muntaner y que Kiko, tomando la traducción,  musicó y cantó: No demano gran cosa (No pido demasiado) y  a petición de Lucini la cantó en este escenario de Sevilla, un lujo para cualquiera que lo escuchara, y sobre todo para mí, que considero a Kiko Veneno uno de los más grandes artistas que tenemos, un artista de arriba abajo, que va por el mundo sin etiquetas y haciendo de la música una auténtica exhibición de libertad.  Cantó Kiko Veneno en solitario y en compañía de Luis Pastor ¿o cantó Luis Pastor en compañía de Kiko? Son dos grandes y verlos en acción es una auténtica exhibición artística.

De Luis Pastor contó Lucini una curiosidad, que ya sabíamos los que seguimos al artista desde hace años; que cuando las cosas se pusieron difíciles para los cantautores, cuando muchos decidieron abandonar, y cuando a otros les hicieron el vacío para que abandonaran, Luis Pastor decidió hacerse “Ciego” y así un día pasó  a cantar a la manera de los juglares que a través de los tiempos recitaban en público sus poemas y sus historias.

Me doy cuenta de que he empezado por el final, así que vuelvo al principio. Tras la conferencia de Lucini se pasó a las actuaciones, comenzó Ángela Biedma una joven cantautora sevillana que dio paso a Carlos Chaouen y éste a la cantautora granadina Elena Bugedo. Cada uno de ellos interpretó dos canciones, como muestra de sus propios estilos y de los distintos caminos que coexisten en la actualidad enmarcados en este género artístico. Explicaba Lucini que cada vez huía más de las etiquetas, y que los conceptos de “cantautor” y “canción de autor”  son temas para tratarlos en profundidad.

Decía al principio que quería destacar dos cosas que Lucini pidió a los cantautores veteranos, la primera a Kiko que cantara ese precioso poema de Martí Pol, algo que hizo allí sobre la marcha, y antes de que comenzara el acto, una delicia ver allí a Kiko concentrado sobre la mesa reconstruyendo la letra de aquel poema y de aquella canción que un ratito más tarde iba a exponer delante del público con todo el arte del mundo. Y la segunda, le pidió a Luis Pastor que recitara su ¿Qué fue de los cantautores?, publicada por el propio Luis Pastor en esta web y que es una verdadera maravilla.  Y la recitó para disfrute de los que estábamos allí.

Para terminar el concierto todos los artistas se unieron en el escenario, para cantar juntos una canción emblemática de Kiko Veneno que para mí es una joya: Te echo de menos,  una canción que hace que el público se ponga en pie y no tenga más remedio que participar, y que hace un tiempo ya había visto compartida en otro escenario con otro de los grandes, con Javier Ruibal.

Y ésta es la crónica de una jornada magnífica que tuvo lugar en Sevilla y que no podía dejar de contar aunque haya pasado el tiempo.