La cultura es explosiva
La Canción como arma de la Revolución
La Revolución de los Claveles
Quizá no haya habido en la historia de la trova canción más revolucionaria que Grândola, vila morena de José "Zeca" Afonso. Grândola sonó a las 0.20 del día 25 de abril de 1974 en el programa Limite de Radio Renascença siendo la contraseña para dar comienzo al movimiento revolucionario que derrotaría a la dictadura de Salazar en Portugal. Las fuerzas del ejército portugués organizadas por el MFA serían las encargadas de conseguir la libertad con el apoyo del pueblo que las cobijó con la colocación de claveles rojos en las bocas de los cañones de los tanques y los fusiles de los soldados dando lugar a la llamada "Revolución de los claveles".
Este pasado viernes nos dejó la noticia que un grupo de manifestantes del movimiento civil Que se lixe a troika (Que se joda la troika) interrumpió en el Parlamento portugués al primer ministro luso, el conservador Pedro Passos Coelho, entonando el Grândola, vila morena haciéndolo callar durante dos minutos hasta que la presidenta de la Cámara ordenó desalojarlos.
Una bella metáfora que una portavoz del movimiento justificó como la intención de mostrar al primer ministro y a los diputados presentes que "o povo é quem mais ordena" (el pueblo es el que manda).
Quizá ha llegado el momento de iniciar otra revolución. Y cada uno debe hacerlo desde sus posibilidades y sus aptitudes. Nos da una pista el cartel del festival BarnaSants de este año con una excelente foto de Juan Miguel Morales en donde aparece Quico Pi de la Serra con un cartucho de dinamita a punto de explotar en la boca en donde reza la palabra "Cultura". Efectivamente la cultura es explosiva.
El mundo de la Trova no puede ni debe quedarse al margen de todo lo que está cayendo. Crisis —eufemismo de estafa—, corruptelas, desahucios, entrega de la soberanía del pueblo a los poderes financieros, recortes en salud, educación, investigación, cultura. Hay que tomar partido de una vez por todas hasta mancharse.
Ha llegado el momento de disparar canciones a la nuca de tanto hijo de puta.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
La exposición Cómo diseñar una revolución: La vía chilena al diseño, que podrá verse en el Disseny Hub Barcelona del 2 de julio al 16 de noviembre de 2025, recupera a través de 250 piezas —incluyendo las portadas de discos de la Nueva Canción Chilena— el papel fundamental del diseño gráfico e industrial en el proyecto de transformación social impulsado por Salvador Allende.
El 22 de julio, más de una docena de artistas se reunirán en Barcelona para rendir tributo a Dioptria, la obra más emblemática de Pau Riba y una de las más referenciales para la Nova Canço. Con la implicación de sus hijos; De Mortimers, la banda que lo acompaño los últimos 20; y nombres como Maria del Mar Bonet, Roger Mas, Pascal Comelade, Oriol Tramvia o Rita Payés; el concierto se plantea como una celebración única de su legado.
El periodista e investigador cubano Humberto Manduley presenta La memoria girando en la luz: Santiago Feliú en mis recuerdos, un libro que rescata la figura del trovador cubano desde la memoria personal, recorriendo su obra, sus influencias y su lugar en la canción de autor contemporánea.
Camila Guevara, joven artista cubana de 24 años nieta de Pablo Milanés y del Che Guevara, ha iniciado su carrera musical con el disco Dame flores, tras un año marcado por la pérdida de su madre, su abuelo y su padre, Camilo Guevara. A pesar del dolor, su voz y su música la han sostenido, componiendo desde emociones intensas y personales.