El sobrino de los Mejía Godoy apunta otra vez a la conciencia social
Perrozompopo va por su tercer disco
Perrozompopo tiene tanto entre pecho y espalda que le alcanza para un tercer disco. El nicaragüense habla sobre su futuro álbum que cocina en Nicaragua, México y Costa Rica.
Perrozompopo tiene tanto entre pecho y espalda que le alcanza para un tercer disco. El nicaragüense habla sobre su futuro álbum que cocina en Nicaragua, México y Costa Rica.
Por Ana María Parra, para Nación.com
Si algo abunda en Ramón Mejía es el verbo. El nicaragüense, que con el seudónimo de Perrozompopo ha recorrido desde su tierra natal hasta Europa y ha hecho de Costa Rica una especie de segunda casa, tiene tanto que decir que trabaja en este momento en su tercer disco.
Es que el tiempo ha pasado. Dos años, para ser exactos, desde que apareció Quiero que sepas y cinco desde que el Perrozompopo debutó en el mercado de la música con Romper el silencio.
“Reflexivo”, así es Perrozompopo, y así se define él también. Y como hombre consecuente que es, este tercer álbum aparecerá en octubre cargado de canciones que, en medio del texto hermoso que usa Ramón, retrata la política, la economía, el acontecer social y, especialmente, los no cambios en Nicaragua. Pero al final de cuentas no es una fotografía local, sino una realidad que bien podría ser la de otras latitudes.
El tercer hijo de Ramón Mejía aún no tiene nombre, pero las canciones están claras y bien identificadas: Deja Vú –ligadísima al caso del nicaragüense Natividad Canda que murió en suelo tico tras un ataque de un perro de cuido–, El país de las mentiras –que al aparecer no es uno, existen varios–, Ángel del cielo y Donde estés .
En medio de esto que es hacer un tercer disco, Perrozompopo está en suelo tico. Vino para hacer dos conciertos: el primero fue el viernes pasado en el Centro Cultural de España y el siguiente será esta noche en el Jazz Café San Pedro.
¿Qué trae esta vez a Ramón a Costa Rica? Dar conciertos no es lo único; una vez más, como sucedió con Quiero que sepas , el nicaragüense beberá del talento de algunos músicos locales porque en este nuevo disco graban músicos de tres países: Nicaragua, México y Costa Rica.
De esta tierra tica hacen lo propio los guitarristas Federico Miranda (de Gandhi) y Camilo Poltronieri (de Parque en el Espacio y líder del grupo Nahual). También se suma Lacabeza Estudio como diseñadora gráfica del álbum.
No solo en contenido el nuevo disco se las trae, sino también en términos de su gestación.
El álbum se concreta a raíz de la cooperación de los Centros Culturales de España en Centroamérica, México y Miami. En estos territorios, donde escasea el apoyo económico gubernamental para la música popular, es todo un hito.
Esta criatura, el disco nuevo, fue el tema de conversación entre Viva y Perrozompopo.
Trabaja con músicos de Nicaragua, Costa Rica y México. ¿Cómo llegaron esas alianzas?
En el camino uno se va encontrando con un montón de gente y en la medida que uno intenta hacer mejor su trabajo vas conociendo gente que se interesa en él y que quiere colaborar, ayudar y compartir. Este disco estará hecho por gente de ese tipo.
¿La lista de reclutados está completa?
Falta alguna gente aún, Será un disco que creo es una mezcla entre el primero (Romper el silencio) y el segundo (Quiero que sepas). Más apegado al primero en términos de letras; es un disco que va a hablar de las cosas que nos están sucediendo a nosotros en Nicaragua.
Su música siempre ha tenido algo universal.
Tenemos que empezar a transpolar las cosas a lo regional. Lo local se reduce a veces a los nombres únicamente, pero las coyunturas son regionales.
Una canción como Deja V , ¿de qué manera encaja en eso de una problemática focalizada que tiene un factor común regional?
Deja Vú es como la segunda parte de Quiero que sepas. Es una canción que habla del juicio de Natividad (Canda) donde no se culpó a nadie. Y casos como el de Natividad hay en toda Latinoamérica. Creo como dice la canción: tal vez hemos perdido la batalla, una batalla que perdemos en distintos sitios y de distintas formas. Más que un disco de temas locales es darse cuenta de que compartimos realidades.
También tiene una canción que se llama El país de las mentiras ¿A donde está o es que acaso tenemos muchos países de las mentiras?
(Se ríe) ¡Tenemos muchos países de las mentiras! Ves, de eso se trata. Los costarricenses no están de acuerdo con un montón de cosas igual que los nicaragüenses no estamos de acuerdo con otras; pensamos ambos que las sociedades se vienen construyendo a partir de mentiras que nos cuentan y que a veces no se nos cuentan. La falta de información hace que no nos enteremos de las cosas.
El segundo disco, Quiero que sepas, fue hecho en Costa Rica. De esa experiencia, ¿qué rescató para este tercer disco que viene?
Me dejó muchas relaciones humanas. Compartí criterios, conocí mucha gente. Este fue un disco particular porque era el primer que hacía con gente que no fuera toda de Nicaragua, hubo algunas cositas que hicieron músicos de allá, pero la mayoría del trabajo fue de los músicos de Costa Rica. Ese disco fue una experiencia muy positiva, aprendí muchísimo de cómo se hacen las cosas. Con Bernardo (Quesada) fueron horas de trabajo solos hasta conseguir lo que queríamos y después se llamó a los músicos.
Pero para este tercer disco es otra la mecánica.
Sí, hemos compartido con los músicos que van a grabar muchísimo tiempo. Esa parte ha sido linda y ha sido intensa, porque como tenemos poco tiempo lo hemos pasado trabajando de diez de la mañana a tres de la mañana, fundidos por casi siete días.
Un proceso muy diferente también al primer disco.
Totalmente. En ese disco (Romper el silencio) era la primera vez que íbamos a España y que compartíamos con otros músicos y que trabajábamos en un estudio muy importante. Había mucha tensión porque no sabíamos como se manejaba una cosa así pero fue muy lindo, con mucha colaboración; nadie cobró un centavo todo fue por pura solidaridad.
Este tercer disco que viene no tiene nombre ¿Está buscándolo?
Hay algunas opciones pero no he llegado a decidir cuál de ellos puede englobar el concepto y que encauses a la gente en la dirección correcto. No lo tengo claro.
Sus discos anteriores llevan por nombre el de alguna canción. Quizás es tiempo que rompa su propio parámetro en ese sentido.
(Se ríe). Creo que no va a tener el nombre de una canción, tiene que ser algo que sea un pronunciamiento... algo como eso.
Está muy reflexivo Ramón.
Yo siempre (ríe). De no ser así me dedicaría mejor a otra cosa.
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