Gira «500 noches para una crisis»
Joaquín Sabina sedujo al público con su primer concierto en Panamá
El Teatro Anayansi del Centro de Convenciones Atlapa, a orillas de la Bahía de Panamá, fue el escenario que acogió el primer concierto en suelo panameño del cantante español Joaquín Sabina, que con su toque bohemio ofreció una velada que sedujo a quienes fueron a verle cantar.
El Teatro Anayansi del Centro de Convenciones Atlapa, a orillas de la Bahía de Panamá, fue el escenario que acogió el primer concierto en suelo panameño del cantante español Joaquín Sabina, que con su toque bohemio ofreció una velada que sedujo a quienes fueron a verle cantar.
El cantautor español Joaquín Sabina durante en su primer concierto en Panamá, titulado «500 noches para unas crisis», en el Centro de Convenciones Atlapa, en Ciudad de Panamá.
© EFE
EFE – Joaquín Sabina y sus músicos llenaron el Anayansi y en aproximadamente tres horas interpretaron casi todas las canciones de su emblemático álbum 19 días y 500 noches, del que celebra sus 15 años y que trajo a Panamá con su gira 500 noches para una crisis.
La canción alemana Lili Marleen precedió la entrada del cantante español, que arrancó su actuación con un formal saludo al público al estilo de "señoras y caballeros, panameños, forasteros", invitándolos a no perder detalle a "las rimas que se reinventan bajo el mismo sombrero" para que "sigan vivas en sus cómplices oídos".
"Así que contra el olvido, contra el ébola y el Isis, para tiempos de tormenta, bienvenidos a 500 noches para una crisis", dijo Sabina para luego dar inicio a su presentación con el tema Ahora que.
Con traje azul, camisa y sombrero negro, empezó a repasar los temas de 19 días y 500 noches, su duodécimo álbum que marcó un punto de inflexión en su carrera, como el que da título al disco, y también Barbi superstar, Una canción para la Magdalena, A mis cuarenta y diez y Donde habita el olvido.
La sorpresa agradable de la noche para Sabina fue la presencia entre el público del cantante español, nacido en Panamá —donde ahora reside—, Miguel Bosé, a quien dedicó la melodía Peces de ciudad.
Después Sabina interpretó Ese no soy yo, que dijo es una especie de "semi-estreno" y homenaje al cantante estadounidense Bob Dylan y a su melodía It ain't me, babe.
Dylan, según confesó Sabina, sigue "hablándole todos los días con su magisterio único".
Luego de esta canción, siguieron otras como Camino de Guanajuato, El caso de la rubia platino que fue interpretada por el músico de su banda Jaime Asúa; Por el bulevar de los sueños rotos; y Más de cien mentiras, que le sirvió para presentar a sus músicos.
A esto siguió un breve popurrí de melodías que incluyó Noches de boda, así como la conocida Y nos dieron las diez, que hizo que toda la sala la cantara a coro y lo ovacionará de pie.
Aquí el cantante español salió con su banda para despedirse, pero no fue más que un breve mutis ya que el público y sus aplausos lo hicieron salir dos veces más para completar un total de 23 canciones.
En estas últimas ejecuciones, los músicos Pancho Varona, Mara Barros y Antonio García de Diego interpretaron, en su orden, Conductores suicidas, Y sin embargo te quiero y Tan joven y tan viejo, que fue finalizada por Sabina.
Contigo, Pastillas para no soñar y La canción de los (buenos) borrachos, que todo el grupo cantó a capella, fueron los temas con los que Sabina se despidió de Panamá, no sin antes decir que habían pasado "mil veces" por el Aeropuerto Internacional de Tocumen de este país y que, "un poco siempre endemoniados", se preguntaban siempre: "¿Por qué no nos llaman para cantar?".
"Finalmente lo hicieron ustedes, y que sepan (...) que para nosotros, desde el punto de vista personal y musical, es muy importante", remarcó el artista español, que esta misma madrugada partió hacia Colombia para continuar con su gira.
Sabina se presentó en Panamá luego de ofrecer cinco conciertos en diferentes ciudades de México.
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