Yo no me quiero enterar
te quiero más que a mi madre,
que fui de tu brazo un día
delante de los altares.
Y luego, ¿qué sucedió?
¿Quién de mi te separó?,
que sufra la que ha venido
y se ha puesto aquí entre los dos.
De lo que me está pasando
yo no me quiero enterar,
prefiero vivir soñando
a conocer la verdad.
Que no me quiero enterar,
no me lo cuente vecina,
no ve que lo sé de más
y tengo dentro la espina.
Tened de mí, compasión,
tened de mí, caridad,
porque tengo un corazón
que no se quiere enterar.
Anoche seguí tus pasos
hasta donde vive ella
y vi como la besabas
junto al quicio de la puerta.
Me puse blanca de luna
cuando te escuché decir:
Como nadie te ha querido,
mi alma, te quiero yo a ti.
Que no me quiero enterar
del hierro que estoy cautiva,
no ve que lo sé de más
y estoy más muerta que viva.
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