Novedad discográfica
Javier Ruibal: «Durante el confinamiento hice una catarsis emocional»
El cantautor Javier Ruibal convirtió el confinamiento en un "encierro para hacer una catarsis emocional", para reorganizar sus "propósitos vitales" y componer en soledad los temas de Ruibal, su 13 trabajo en el que fiel a su duende sigue siendo el mismo, pero "un poquito diferente".
El cantautor Javier Ruibal convirtió el confinamiento en un "encierro para hacer una catarsis emocional", para reorganizar sus "propósitos vitales" y componer en soledad los temas de Ruibal, su 13 trabajo en el que fiel a su duende sigue siendo el mismo, pero "un poquito diferente".
Javier Ruibal.
© EFE|Cristóbal García
EFE | Pilar Martín - Cuando en marzo todos nos encerramos en casa las pantallas se convirtieron en pequeños escenarios donde todos los artistas nos guardaron una primera fila para disfrutarlos. Y eso fue lo que hizo que naciera este trabajo, según cuenta el cantante gaditano Javier Ruibal a Efe, en una entrevista con motivo del lanzamiento de estas 13 canciones reunidas en un disco-libro con 13 relatos de su autoría e ilustraciones de Sonia Alonso.
"Estaba encerrado, pero no estaba escayolado de arriba a abajo y tenía la capacidad de pensar y las motivaciones suficientes para hacer de este encierro un momento importante en mi vida, y reorganicé mis propósitos vitales y decidí que era un buen momento para hacer una catarsis emocional, escribirlo todo y componerlo. Tenía decidido cómo sería la salida por la puerta", cuenta.
Por eso Ruibal, el disco, es una invitación a ese mundo en el que el artista invita a ir "del cosmos a lo cuántico para saber que somos diminutos, pero a la vez tremendos".
Y lo hace con esas dosis de humor y amor a las que tiene acostumbrado a su público, con esas estrofas cargadas de crítica y con esas palabras que son flechas directas al corazón y la mente.
Pero se trata, explica, de un trabajo con un tratamiento musical "más sobrio", donde hay menos instrumentaciones y más espacio para su voz y las guitarras con el objetivo de tener una "sonoridad más amplia" para conseguir baladas contemporáneas en las que el corazón se remansa.
Según reconoce, durante los meses en los que compuso este trabajo (de marzo a mayo) consiguió "amarrar" a las musas, esos seres que le echan un cable pese a ser "displicentes" con el artista. Así que, en Ruibal también hay una canción dedicada a ellas, una suerte de chirigota repleta de humor.
Grabado entre Madrid y Cádiz, este trabajo está dedicado a "todos los seres humanos en este momento tan especial y tan crítico para nuestra vida", y por eso el artista (El Puerto de Santa María, 1955) se ha rodeado de Javi y Lucía, sus hijos, esas extensiones de su cuerpo y alma con los que tiene "una relación muy viva".
"Nos queremos y nos buscamos mucho y una de las cosas que se me vino en el confinamiento fue que había que hacer algo al salir", dice para contar con orgullo que este disco está producido y tocado por su hijo, por él y por el violinista Faical Kourrich.
"Solo hay guitarras, voces, percusiones y baterías, y algunas armonizaciones. Todo está hecho de una manera muy sucinta. Y de verdad, y lo digo honestamente sin egos de ninguna clase, el resultado es muy llamativo", matiza.
De esa manera, en sus conciertos, ya en marcha, solo estará Ruibal con su guitarra, su hijo con la batería y percusiones y Lucía, su hija, que bailará algunos temas.
"El mercado está muy cortito y al mismo tiempo tengo la suerte que puedo hacerlo con mis hijos y hacemos una economía de supervivencia para los tres, y estoy muy contento del resultado y me resulta espectacular cómo se ha podido hacer algo tan rotundo y tan amplio", puntualiza al tiempo que advierte: "esto no significa ir al escenario escueto porque todo suena muy bien y muy grande".
Una afirmación que le lleva a explicar por qué el disco se llama Ruibal: "para qué le voy a dar más vueltas al título, soy yo con nuevas historias".
Además, en este trabajo el cantautor ha querido reivindicar el valor del disco como algo físico, que se toca. Así que, durante el mismo encierro, en soledad y mientras caminaba sus 8 kilómetros diarios en la cinta, también escribió un relato para cada canción con el objetivo de "devolverle" al disco "un valor que ha ido perdiendo".
"Hemos llegado al MP3 y somos una onda cibernética, pero el arte requiere de una contemplación y un afecto y espero que este disco se vuelva así para que la gente lo disfrute de esa manera. No puede ser que a un golpe de ratón entres y te descargues gratis la música, porque la música no es gratis", reivindica para explicar el valor de este disco-libro.
El próximo 22 de octubre Ruibal presentará este trabajo en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid, un momento en el que volarán esas melodías compuestas en la más absoluta, canciones con títulos como Astronomía, Física Cuántica, Sala de Ausentes, o Música en vena.
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