Salònica
Cuando la soledad es la única amiga, cuando ya nada acoge la esperanza, cuando la tristeza vuelve góticos los jardines y la niebla de un luto vive en casa, tú me guardas el sol, tú eres el sol, sé que sólo tengo que correr hacia ti para volver a ver el sol. Cuando el suelo es tan de cristal que a cada paso se nos va resquebrajando, cuando el azul del cielo es cada vez más pálido hasta volverse blanco, hasta volverse blanco para desaparecer después; cuando ya no hay alegría para brindar ni fe para seguir navegando y tu nombre ya hace días que no vive en mis labios, sé que allí donde estés tú me guardas el sol, me estás guardando el sol, y que sólo me hace falta correr hacia ti para volver a ver el sol. Los secretos que nos regalamos son el aliento para nuevos secretos y para nuevos viajes. Somos una casa y el vino alegra las estancias. Somos una ala y el viento que hace falta para desplegarla. Somos una idea y la ternura de enamorarse de ella. Somos una confidencia y el amor de preservarla. Cambian las historias como cambian las estaciones, cambian los cielos, el mar y los luceros; cambia la piel y también las canciones. El amor se deshace como una quimera pero tú me guardas el sol, eres mi sol, y sólo me hace falta estar a tu lado para seguir viendo el sol. Paseamos por Barcelona, Londres es un cuento, tu sueño vuela hacia Roma —"preguntas cuántos besos te bastarían, Lesbia"— y el mío vuela hacia la habitación 418 de un hotel con velas y flores, y una terraza donde de noche reposa el mundo y al día siguiente las gotas de lluvia del alba contra las estructuras metálicas son la banda sonora del sueño más dulce. Y al final de cada viaje, y al final de cada amor, y al final de cada decepción, tú me guardas el sol, eres mi sol, estoy seguro que a tu lado veré siempre el sol.
(Salònica. Versión dedicada y decir que manipulada es poco de esta canción de Gabriel Sopeña y Maria del Mar Bonet que a ver si nuestra queridísima diva hace el favor de grabar de una vez).
El cantautor asturiano Víctor Manuel inaugura etapa con Altafonte y presenta un álbum producido por David San José, formado por composiciones que abordan el amor, la esperanza y la identidad personal en un tiempo marcado por la incertidumbre.
Canción de luz. Homenaje a Ángel Quintero, producido por los Estudios Ojalá y licenciado por Bis Music, reúne once composiciones del repertorio del trovador fallecido en abril de 2024, interpretadas por destacadas voces de la música cubana como Silvio Rodríguez, Miriam Ramos, Frank Delgado o Eduardo Sosa.
La cantante italiana Ornella Vanoni, conocida por clásicos como Senza fine, deja una trayectoria de más de siete décadas marcada por la versatilidad, la presencia escénica y su papel como una de las grandes damas de la canción italiana.
El artista brasileño Djavan presenta 12 canciones autorales —11 de ellas inéditas— en Improviso un álbum construido en torno al movimiento espontáneo, producido y arreglado por él mismo y disponible también en edición Dolby Atmos y vinilo.