«Juntos pero no revueltos»
Nano Stern y Camila Moreno: Una noche con sus voces maduras
En una sala casi completa, se presentaron dos exponentes de la nueva música de autor chilena.
En una sala casi completa, se presentaron dos exponentes de la nueva música de autor chilena.
Camila Moreno
© Víctor Tapia
Nano Stern y Camila Moreno.
© Víctor Tapia
El día lunes 28 de noviembre se presentaron en el Teatro Oriente de la capital chilena un par de representantes de la nueva música chilena, se trata de Nano Stern y Camila Moreno, ambos ligados originalmente a una reinterpretación de música con bases en los ritmos folclóricos, pero que en realidad son músicos que abordan la música popular desde los mas variados rincones con talento y buenas canciones.
Primero en el escenario Nano Stern que con su apariencia proveniente de las más remotas regiones europeas, entrega con su potente voz, y con su expresiva interpretación de la guitarra, canciones que reflejan estado de animo social, personal, de la existencia, siempre atravesados por una luz de optimismo.
Si de la voz de Nano Stern sale algún reproche, es para que la conciencia despierte, todo esto acompañado por su grupo que puede variar en el escenario para adecuarse a cada sentimiento que necesite la canción. Una presentación briosa, con hermosos matices entre las canciones seleccionadas, con un sonido perfecto, y con un público que disfrutó plenamente las interpretaciones de este cantautor.
Después de 15 minutos de intermedio fue la ocasión de escuchar a Camila Moreno y Los Disfruto, que es su grupo de acompañamiento. Con su menuda figura, la cantautora eligió un repertorio en la cual fuertemente se hacía presente el sonido de su segundo CD, Opmeitomsimla (2011), que vendría a ser el lado B de su primer disco acústico, Almismotiempo (2009); aquí el sonido es oscuro, eléctrico, y en donde se hace presente en forma plena el verdadero ámbito por el cual se mueven las letras de Camila: la encarnación de los sentimientos y las sensaciones en el alma y en la carne, hasta llegar a doler.
Fue una selección musical que casi llegaba a asfixiar por las profundidades en que se sumergía, a esto no ayudó mucho un sonido que aumentó demasiado los decibeles, y que no permitía escuchar los versos que cantaba Camila. Durante su entrega no fue condescendiente con el público, solo lo fue con ella y su grupo, tocaron lo que ellos quisieron, como quisieron, con pocos matices entre las canciones pero no por ello menos profundas y oscuramente bellas.
Hubo un par de quiebres luminosos, como aquel en que ella y su grupo salieron del marco de la amplificación para ponerse al borde del escenario para cantarle al público un par de canciones, y por otro lado el juego de final del concierto que tanto ella y su grupo como Nano Stern comenzaron a improvisar con el público sobre una canción del grupo infantil Mazapán.
En resumen un par de buenas presentaciones de los nuevos aires de música de autor chilena, que recoge la influencia del mundo para su sonido, y la profundidad de la poesía para su voz.
Repertorio
Nano Stern:
Lagrimas de Oro y Plata
Nube
La flor del Cactus
La Puta Esperanza
Los Espejos
Tejequeteteje
Un gran regalo
Azul
La Raíz
Voy Volando
Amanecer
Camila Moreno:
Bajo el Oráculo
Dull Flame of Desire (Bjork)
Delfín del deseo
Siempre que hago algo
Los Tigres de mi sangre
4 heridas
Siempre sabre si al final
Pera
Lo Cierto
Piensa en mi (Agustín Lara)
La Necesidad
Come Together (Lennon/ McCartney)
Trenza
Jam – La Cuncuna Amarilla (Mazapán)
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