El rey de la ranchera
Vicente Fernández, despedida de un gigante
El cantante mexicano Vicente Fernández actuó el pasado sábado 16 de junio en Madrid, un día antes de despedirse de España en Murcia para luego proseguir su última gira por los Estados Unidos.
El cantante mexicano Vicente Fernández actuó el pasado sábado 16 de junio en Madrid, un día antes de despedirse de España en Murcia para luego proseguir su última gira por los Estados Unidos.
Vicente Fernández en su despedida del público de Madrid.
© José Tomás Agudo
A veces, en la vida se presentan oportunidades únicas de conocer o ver la obra de gigantes del arte, sea del tipo que sea. Se nos presenta una única oportunidad para ver a gente que tiene un don especial y único para convertir lo que tocan en oro. El sábado 16 de junio tuvimos la oportunidad de ver en Madrid a un gigante en pleno esplendor, en este caso al cantante mexicano Vicente Fernández.
El concierto del pasado día 16 bien pudo ser motivo de orgullo entre los mexicanos, Nos encontramos ante un cantante que dio todo lo mejor de sí mismo con temas como Ella y Guadalajara. Verle fue todo un espectáculo, en el buen sentido de la palabra. Es una auténtica pena que ya no tengamos más oportunidades de verle en vivo, ya que su voz, dotada de una gran potencia, es todo un prodigio. El señor Fernández despertó pasión en un público que no paraba de acompañarle cantando. A veces, los aplausos y los gritos de alegría eran tan estruendosos que dificultaban escuchar el principio de las canciones. La única nota negativa la puso una sala con una acústica deficiente. Cabe decir además que el auditorio estaba abarrotado de gente de varias nacionalidades, principalmente mexicanos y colombianos.
Como sucede con todas las estrellas, los comienzos de Vicente fueron muy humildes. Comenzó a los 14 años cantando en restaurantes y en bodas para familiares y amigos, hasta que empezó su carrera más en serio, cantando en el cabaret El Sarape. Su fama fue creciendo poco a poco, construyendo primero una fama local. Sin embargo, su gran oportunidad le vino al firmar contrato con CBS México, actual Sony, discográfica que nunca ha abandonado.
En 1971, Chente interpreta su primer papel en el cine, y su fama no para de crecer. En 1972 saca una canción que con el paso del tiempo se convertiría en un auténtico himno, Volver, volver. Años más tarde, debuta como asistente de dirección en la película mexicana “El Tahuir”.
En los años ochenta, Vicente da un gran impulso a su carrera en Colombia, donde actúa en fiestas de algunas de las más importantes ciudades. En ese mismo año, hablo de 1980, construye un rancho cerca de Guadalajara, llamado (en honor a sus hijos) Los Tres Potrillos. Allá por 1984, Vicente logró una audiencia de más de 54.000 personas en su concierto en la Plaza de Toros México.
Quince años más tarde, en 1999, Vicente es nominado para recibir el Premio por Mejor Trayectoria Artística en los Premios Ritmo Latino, en California. En todos estos años, él no para de grabar discos, hacer conciertos y cosechar éxitos.
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