Por «gamberrismo motivado por odio religioso»
Las Pussy Riot condenadas a dos años de cárcel
La jueza Marina Syrova ha hallado culpables a las tres integrantes del grupo punk Pussy Riot, acusadas de un delito de "gamberrismo motivado por odio religioso" tras cantar en una catedral ortodoxa contra el presidente ruso, Vladímir Putin.
La jueza Marina Syrova ha hallado culpables a las tres integrantes del grupo punk Pussy Riot, acusadas de un delito de "gamberrismo motivado por odio religioso" tras cantar en una catedral ortodoxa contra el presidente ruso, Vladímir Putin.
De izquierda a derecha: Yekaterina Samutsévich, María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova, las tres integrantes detenidas de Pussy Riot, durante su juicio en Moscú el 17 de agosto de 2012.
© EFE/Maxim Shimpenkov
Las tres integrantes del grupo musical punk Pussy Riot han sido condenadas este viernes a dos años de cárcel tras ser halladas culpables del delito de " gamberrismo motivado por odio religioso" por haber irrumpido en la mayor catedral ortodoxa de Moscú el pasado febrero, donde cantaron una canción con la que pedían la dimisión del entonces primer ministro, Vladimir Putin.
Las jóvenes Nadezhda Tolokónnikova, María Aliójina y Yekaterina Samutsévich —de 29, 24 y 22 años de edad, respectivamente— llevaron a cabo una acción meticulosamente planificada, ha asegurado la juez Marina Sirova, durante la lectura del veredicto en el Tribunal Jamóvnicheski de Moscú, según informa la agencia rusa RIA Novosti.
"Eran conscientes del carácter ofensivo de sus acciones y su aspecto. Pretendían atribuir gran resonancia a su actuación, ofender tanto a los sacerdotes como al amplio público en general e infligieron una fuerte ofensa a los creyentes ortodoxos", señala el veredicto.
"No se consideran culpables, no se arrepienten (...), califican sus acciones como una expresión política de forma artística", ha subrayado la jueza.
La acusación había pedido tres años de prisión para Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, encarceladas desde marzo.
"Las Pussy Riot se han convertido en un 'icono' de la disidencia. Serán tan famosas como las celebridades que las apoyan y cuando dentro de unos años salgan en libertad ocuparán un lugar en la sociedad que en otras circunstancias jamás llegarían a tener", vaticinó la periodista Yulia Kalínina, comentarista de Moskovski Komsomolets, el periódico de mayor tirada del país.
La Embajada de Estados Unidos en Rusia ha señalado en su cuenta en Twitter que la sentencia contra las Pussy Riot es "desproporcionada dada la magnitud de los actos".
Cinco miembros de Pussy Riot entraron en la Catedral de Cristo Salvador con el rostro oculto el pasado febrero y realizaron, ante la mirada atónita de los guardias de seguridad, una actuación para denunciar el apoyo de la Iglesia Ortodoxa a la campaña electoral de Putin para volver al Kremlin.
Tres de las integrantes del grupo fueron detenidas y acusadas de vandalismo. Según los fiscales, actuaron "de una manera extremadamente vulgar para un lugar así" y la canción que interpretaron, titulada Holy shit, es "insultante y sacrílega para los ortodoxos".
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