Novedad editorial
Héctor Numa Moraes «De Curtina a La Haya»
El trovador uruguayo presenta De Curtina a La Haya, un libro que define como "anecdótico" más que una autobiografía.
El trovador uruguayo presenta De Curtina a La Haya, un libro que define como "anecdótico" más que una autobiografía.
Portada del libro «De Curtina a La Haya» de Héctor Numa Moraes.
Héctor Numa Moraes ha sido a la vez protagonista y testigo privilegiado de uno de los procesos más ricos e interesantes de la cultura uruguaya. El canto popular uruguayos de raíces rurales, relegado a sus enclaves locales y casi oculto durante la primera mitad del siglo XX, hizo eclosión con fuerza propia a mediados de los ’60 y a partir de entonces se desarrolló con singular vitalidad, acompasándose con las turbulencias sociales y políticas de la época.
Numa fue partícipe, intérprete y transmisor al mismo tiempo de ese acontecimiento, y su trayectoria vital enriquecida por un obligado exilio que lo llevó a recorrer el mundo cantando y aprendiendo. El convulsionado Montevideo de los ’70, una Holanda apacible y acogedora o la Habana efervescente y solidaria lo vieron con el mismo espíritu de juglar humilde y comprometido que en su Curtina natal o en cualquier otro pueblito perdido del campo uruguayo.
Desde su regreso a su país ha seguido profundizando en las raíces más auténticas del canto uruguayo y desarrollándose como uno de los artistas más queridos de su pueblo. Su vida artística, contada por él mismo, es también un reconocimiento a los innumerables creadores e intérpretes que, como él, han ayudado a forjar la identidad de un cancionero popular y representativo de todos los uruguayos.
De Curtina a La Haya habla de la infancia del cantor, de su familia, de la idiosincrasia del norte uruguayo, de sus inicios y estudios musicales, de la grabación de su primer disco, de la llegada a Montevideo y los vaivenes sociales que vivió por su militancia hasta su exilio. El libro cuenta también de su devenir por aquellos países europeos y su radicación en Holanda, la que le dio la posibilidad de graduarse como músico y proyectar su arte. El difícil desexilio y su labor posterior: discos, presentaciones, radio, docencia.
Alfredo Escande, que ha colaborado en la redacción del libro cuenta que el libro “es una exposición —tan ordenada como fue posible— de todos aquellos recuerdos de Numa vinculados a una trayectoria artística tan singular y al mismo tiempo tan interconectada con la de una enorme cantidad de colegas y compañeros suyos… El hilo conductor ha sido ese…”.
De Curtina a La Haya cuenta con un prólogo de Tomás de Mattos, Elogio a Numa, y con un interludio fotográfico de los distintos momentos de vida del artista. Igualmente las imágenes se van sucediendo también a lo largo de la obra para ir ilustrando los distintos hechos. Se agregan testimonios de Miguel Aguirre Bayley, Enrique Estrázulas y Ricardo Comba además de los apuntes de Escande que va documentando paso a paso el material. Al final detalla la discografía de Moraes, incluyendo aquella en la que participó en discos de otros artistas. Es rescatable también el índice onomástico.
Héctor Numa Moraes nació en Curtina, Tacuarembó (Uruguay) el 28 de Abril de 1950.
Desde niño estudia bandoneón y música y más tarde estudiará guitarra clásica con Domingo Albarengay y será la música de inspiración folclórica la que le llama la atención.
En 1966 conoce al poeta Washington Benavides y comienza a trabajar con él y el primer fruto de esta labor será su primer disco Del amor, del pago, del hombre (1968) con canciones inspiradas en el folklore norteño y musicalizaciones de Gustavo Adolfo Bécquer y Manuel Acuña.
En el segundo disco, Canto pero también puedo musicaliza textos de poetas de Tacuarembó: Washington Benavides, Walter Ortiz y Ayala, Circe Maia, Olhinto María Simoes.
La patria, compañero es su tercer disco donde también musicaliza a poetas uruguayos y latinoamericanos.
En 1972 es prohibida su música y finalmente requerido públicamente por las Fuerzas conjuntas Armadas y Policiales debe exiliarse en Buenos Aires; luego pasará a Chile y finalmente a Holanda donde vivirá hasta el final de la dictadura y de su exilio.
El 25 de marzo de 2008, el Intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, declaró Ciudadano Ilustre al cantautor Numa Moraes, por su "excepcional trayectoria artística" en el canto popular.
Actualmente, además de su intensa labor como cantante, estudia guitarra clásica con el Maestro Alfredo Escande, y conduce un programa radial llamado: "En la tarde del Sur", en Emisoras del Sur.
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