16 Banc Sabadell Festival Mil·lenni 2014/2015
Pablo Milanés, elegancia, sabor y sentimiento
 
 Con un emotivo y contundente concierto Pablo Milanés (Bayamo, Cuba 1943) presentó el pasado 10 de marzo en L’Auditori de Barcelona su álbum Renacimiento (2013). El cantautor cubano interpretó además sus más emblemáticas composiciones revestidas con nuevos arreglos y dedicó una canción al trovador catalán Quico Pi de la Serra.
 
 		
Con un emotivo y contundente concierto Pablo Milanés (Bayamo, Cuba 1943) presentó el pasado 10 de marzo en L’Auditori de Barcelona su álbum Renacimiento (2013). El cantautor cubano interpretó además sus más emblemáticas composiciones revestidas con nuevos arreglos y dedicó una canción al trovador catalán Quico Pi de la Serra.
Pablo Milanés en el 16 Banc Sabadell Festival Mil·lenni.
© Isabel Llano
Pablo Milanés en el 16 Banc Sabadell Festival Mil·lenni.
© Isabel Llano
Pablo Milanés con su grupo.
© Isabel Llano
Un son, a cargo de los seis extraordinarios músicos que acompañan al cantautor en la gira de presentación del nuevo disco, sirvió para acoger en el escenario a Pablo Milanés. En medio del gran aplauso del público, el trovador se unió al grupo dando voz a Proposiciones (1998), una invitación y a la vez una declaración de intenciones que remite a su isla natal: Propongo disfrutar esta jornada, inquietando tu gusto en dos sentidos, una palma que bate en tus oídos, y un cocodrilo verde en tu mirada.
El auditorio estaba lleno. Pocos minutos antes de comenzar el concierto, se escuchaba a un colombiano decir “me sé todas las canciones de Pablo”. Seguramente había enamorado a su mujer con La vida no vale nada, uno de los más de 40 álbumes grabados por el fundador de la trova cubana. Sin duda, las canciones de este trovador forman parte de la memoria musical y la banda sonora sentimental no sólo de esa pareja, acompañada de su hijo adolescente, sino también de varias generaciones de españoles y latinoamericanos, como los que se dieron cita la noche del 10 de marzo pasado en la Sala Pau Casal de l’Auditori.
El programa incluiría canciones del disco Renacimiento, que tiene músicas bastantes desconocidas fuera de Cuba, y también otros temas, expresó Milanés desde su silla en el centro del escenario.
Presentado a finales de 2013, en este álbum conviven ritmos cubanos junto a armonías de la música renacentista, contrapuntos del barroco y jazz: las influencias musicales fundamentales en la obra de Milanés. Renacimiento reúne pues el sabor de la música de la isla caribeña con la elegancia de la música antigua europea, combinados en magníficos arreglos jazzísticos. En los temas de las canciones Pablo sigue siendo fiel a sí mismo.
El primer tema que oímos del nuevo disco fue Dulces recuerdos, que revive aquel abril de 1977 cuando fue legalizado el Partido Comunista Español. La canción cita Los días no volverán del músico y cantautor cubano Carlos Varela. La primera parte se acompaña de piano solo y narra la alegría de la gente que se juntó entonces en la emblemática plaza madrileña la Cibeles, con esperanza en el cambio, gritando libertad. En la segunda parte, que pregunta dónde está y cómo le ha ido a ese abril 35 años después, se unen al piano los demás instrumentos para interpretar una conga, como las típicas de los carnavales de Cuba.
Vinieron después otros temas también del reciente álbum: Los males del silencio, una marcha en la que Pablo eleva una crítica a la censura; Cual si fuera a morir esta mañana, con una temática que puede compararse con la famosa El breve espacio en que no estás, pero que sería la versión de la historia con final feliz. El arreglo de jazz, la percusión con batá y el solo del saxo soprano subieron el pulso que continuaría acelerándose con Homenaje al changüí, un reconocimiento de admiración a este ritmo de Guantánamo y a sus máximos cultores Chito Latamblé y Cambronne. Con el sabor del bongó, el bajo, el saxo y los coros esta canción logró uno de los momentos más enérgicos del concierto. Del nuevo trabajo discográfico estuvieron por último Amor de otoño y El otoño del amor, temas que se vuelven una sola canción. Con tempo reposado, la flauta y los acordes de cuerdas, sirvieron para calmar los ánimos y recuperar la faceta del Milanés más sentimental.
"La siguiente canción se la dedico a Quico Pi de la Serra", dijo Milanés. "Yo sé que está aquí, quiero ver a Quico", agregó, y se encendieron las luces. El insigne representante de la Nova Cançó se puso de pie en medio del auditorio y recibió el caluroso aplauso que el público le brindó. Escuchamos entonces Carta a un amigo lejano. Fue la canción más emotiva de la noche y marcó un punto de inflexión en el recital, que continuó con Flores del futuro y Ruinas del tiempo, temas con letras muy actuales y armonías de jazz, de un disco de Miguel Núñez, pianista y director de la banda, en el que Milanés pone su voz.
En adelante sonarían canciones de anteriores discos de Pablo, pero la mayoría con arreglos distintos a los de las grabaciones, haciendo de esos clásicos nuevas canciones. Entre ellas, algunas famosas y otras poco conocidas: Si ella me faltara alguna vez, de Plegaria (1995); Canción o De qué callada manera; Nostalgias, la canción más emblemática del disco Días de Gloria, según comentó Milanés; El largo camino de Santiago; Plegaria, que da título al álbum, bastante desconocido reconoció el trovador, en la que tuvieron protagonismo el cajón en la percusión y la flauta.
El tiempo, el implacable, el que pasó (1976) fue interpretada con ritmo de guaguancó, el ritmo con el que originalmente fue hecha, aclaró Milanés. Años y la infalible Yolanda, se tocaron con arreglos más parecidos a las versiones conocidas. Al final de Años el auditorio ovacionó al trovador. La gente se sentó de nuevo y empezamos a oír la introducción en piano de Yolanda. Milanés dirigió al público que cantó con embeleso los coros de este himno de amor. El breve espacio en que no estás cerró el programa.
En los bises Milanés complació al público con dos canciones: la primera, Para vivir, otra de sus más representativas, la segunda, Amo esta isla, una afirmación rotunda de su amor por su tierra. Así, Pablo terminó el concierto como empezó: presentando sus señas de identidad y reivindicando la isla.
Pablo sigue vigente y es un representante de lo esencial de la música del Caribe al que pertenece: muchas de sus letras expresan tristeza y dolor con melodías que conmueven y, sin embargo las acompaña un ritmo frenético que incita al baile, como en la versión guaguancó que ofreció de El tiempo, el implacable, el que pasó o la conga de Dulces recuerdos. Pablo provoca un estallido emocional: Pablo, Pablo, eternamente Pablo. Cuba, sabor y sentimiento por siempre.
Músicos que acompañan a Pablo Milanés:
Miguel Núñez, Piano, teclados, coros y dirección musical
Germán Velazco: Saxo tenor, soprano y flauta
Sergio Félix Raveiro: Bajo
Osmani Sánchez: Batería y percusiones
Edgar Martínez: Güiro, tambores, batá, bongó, triángulo, cajón, clave, shekeré, tumbadoras y quinto, güira y efectos
Dagoberto González JR.: Violín y sintetizador
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
El músico argentino Milo J lanza La vida era más corta, un álbum doble donde se cruzan el folklore argentino y los sonidos urbanos contemporáneos, en una obra que reúne a varias generaciones y cuenta con colaboraciones destacadas como las de Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
Tras más de quince años de amistad y colaboraciones esporádicas, la actriz y cantante española Leonor Watling y el músico y productor estadounidense Leo Sidran publican Leo & Leo, un álbum conjunto disponible en plataformas digitales, CD y vinilo. El proyecto, con colaboraciones de Jorge Drexler, Kevin Johansen y Javi Peña, se acompaña de una gira internacional junto a The Groovy French Band.
El músico y compositor venezolano Henry Martínez murió este 2 de octubre, según informó su familia a través de un comunicado en redes sociales. Autor de más de 200 canciones, su obra fue interpretada por voces como Pablo Milanés, Martirio, Marc Anthony, Jerry Rivera, María Teresa Chacín, Cecilia Todd y Gualberto Ibarreto.
En un Palau Sant Jordi abarrotado, Joaquín Sabina se despidió de Barcelona con un concierto que fue al mismo tiempo un inventario de vida y un abrazo multitudinario a través de veintidós canciones que, tras más de medio siglo de carrera, ya no le pertenecen solo a él.