«Els dimarts de l'Albert»

Albert Pla: El puto amo

por Pere Pons el 07/02/2022 

Tras el éxito del año pasado Albert Pla, regresa al teatro Borràs de Barcelona todos los martes desde el día 1 de febrero y hasta el 26 de abril con el show imprevisible e irreverente Els dimarts de l'Albert (Los martes de Albert).

Albert Pla el pasado 1 de febrero de 2022 en el Teatre Borràs de Barcelona presentando el espectáculo «Els dimarts de l

Albert Pla el pasado 1 de febrero de 2022 en el Teatre Borràs de Barcelona presentando el espectáculo «Els dimarts de l

Albert Pla el pasado 1 de febrero de 2022 en el Teatre Borràs de Barcelona presentando el espectáculo «Els dimarts de l

Albert Pla el pasado 1 de febrero de 2022 en el Teatre Borràs de Barcelona presentando el espectáculo «Els dimarts de l

Albert Pla el pasado 1 de febrero de 2022 en el Teatre Borràs de Barcelona presentando el espectáculo «Els dimarts de l

Albert Pla el pasado 1 de febrero de 2022 en el Teatre Borràs de Barcelona presentando el espectáculo «Els dimarts de l

Personas/grupos relacionados

Albert Pla es el "clown", el actor, el músico, el cantante, el poeta, el trovador, el payaso, el fingidor, el seductor, el cómico, el provocador, el intérprete, el cuentista: El artista. El puto amo.

En él habitan Krahe y Gainsbourg, Rubianes y Artur H, Monzó y Pitarra, Houllebecq y Bukovski, Tortell y Lloyd, Fonollosa y Pepe Sales, Baudelaire y Buñuel, Sisa y Riba. Por ello trasciende al tiempo y el espacio de cualquier galaxia.

Cada uno de sus gestos achanta las bocas de esos gacetilleros mediáticos que no le rinden cuentas argumentando que lleva tres décadas con el mismo repertorio a cuestas. Como si Dalí, Picasso o Van Gogh tuvieran que actualizarse. Podría ser el cruce perfecto entre el Lazarillo de Tormes y el esperpento de Valle Inclán, el Makinavaja de Ivà y el Corto Maltés de Hugo Prat, el Rovelló de Folch i Torres y el Ignatius de Keneddy Toole.

Plumillas, asúmanlo, ese sujeto con su sayo raído y sus botas de pocero, es un clásico. Incómodo, básico, esencial, tan profundo como naif, tan tierno como trágico, tan sucio como brillante, tan desconcertante como hilarante, tan grosero como infantil, tan bruto como adorable y, muy a su pesar, eso, un clásico.

Es la luna y el sol, la comedia y la tragedia, el verso y la prosa, el zarpazo y la caricia, la víscera y el intelecto, el oficio y el arte. El puto amo.

Quien aún no se haya enterado tiene el privilegio de constatarlo cada martes en el Teatre Borràs de la plaza Urquinaona en un espectáculo tan esencial y primigenio como único en el mundo. Allí está todo él y sus encantos, sus miedos, sus guerras, sus mentiras y sus rarezas. Su Teófilo Garrido, su instinto básico y asesino, su novia de más de veinticinco ojos, su mellizo, su mestizo, su sequía, su insolación y su torero.

Desde esa razón que produce monstruos, como soñaba Goya, como cantaba Aute, por arte y gracia de su guardián Pedro Páramo y con el permiso de Juan Rulfo, allí está ese individuo para algunos tan insidioso como insolente, ese monstruo de la escena de quien Ovidi Montllor en palabras de Vicent Andrès Estellès aplicadas a los amantes diría "d’artistes com ell en son parit ben pocs" ("de artistas como él son paridos muy pocos"). Lo dicho, el puto amo.

LO + LEÍDO