51 Festival de Cosquín
Los Nocheros brillaron en la cuarta luna de Cosquín
Los Nocheros fueron los destacados de la cuarta noche del Festival Mayor de Folclore de Cosquín, en su 51 edición junto a Teresa Parodi, Los Carabajal, Pancho Cabral y la murga uruguaya Falta y Resto.
Los Nocheros fueron los destacados de la cuarta noche del Festival Mayor de Folclore de Cosquín, en su 51 edición junto a Teresa Parodi, Los Carabajal, Pancho Cabral y la murga uruguaya Falta y Resto.
Télam/Luis Digiano - Con una Plaza "Próspero Molina" cubierta en un 60 por ciento, los salteños Mario, Kike y Álvaro Teruel y Rubén Ehizaguirre, hicieron delirar al público con un puñado de canciones que los vienen acompañando a lo largo de su carrera de 20 años y que lograran su consagración en el Cosquín 1994.
Bien secundados por una pareja y efectiva banda, Los Nocheros fueron marcando los climas de su actuación con zambas, chacareras, huaynos, pero también se dieron su tiempo para las baladas románticas que los identifica.
De esta forma temas como Canto nochero, Señal de amor, Las moras, Entre el gris y el azul, No saber de ti, Canción del adiós, La cerrillana y Roja boca, entre otros, fueron vivados por los presentes y también compartieron el escenario con sus coterráneos los Izquierdos de la Cueva, que ya merecen un espacio solos dentro del festival.
La canción de concepto, con fundamento se hizo presente en la velada con la actuación de la cantautora correntina Teresa Parodi quien desarrolló un set de canciones donde no faltaron los homenajes a Atahualpa Yupanqui con su versión personal de Piedra y camino, a la querida y recordada María Elena Walsh, que se juntaron con Río de camalotes, El isleño, Tarumba, La fiesta grande, Todo cambia y el himno Esa musiquita.
La chacarera santiagueña estuvo bien representada en los legendarios Carabajal, quienes si bien repitieron viejas fórmulas con éxitos como Desde el puente carretero, El violín del monte, Anacleto del viento, Identidad santiagueña y Morena esperanza, mostraron un gran nivel de sonido y presentaron a un joven no vidente, Nahuel, quien se dio el gusto de cantar con ellos sobre el renombrado escenario coscoíno.
Los Opus 4 con 42 años de carrera demostraron que mantienen su vigencia dentro del género vocal y estrenaron composiciones del estilo de La vuelta de Obligado, A la mina no voy, la reconocida Alfonsina y el mar, para despedirse con Sueño de la vendimia y Amarraditos.
Silvia Lallana le rindió un emotivo homenaje a la recordada Eladia Blázquez y el dúo Orellana-Lucca mostró la savia nueva del folclore santiagueño.
Otro dúo, el que conforman Cacace-Aliaga, trajo su mensaje cuyano con tonadas y cuecas, mientras que Pancho Cabral —el juglar enharinado— transmitió todo el sabor de la tierra riojana en composiciones del estilo de La salinera, Copla escondida y Zamba morena.
Mientras que el cantor Pablo Parsi, oriundo de Villa María, Córdoba, a pesar de cantar temprano, resolvió la cuestión con un buen dúo de canciones sensibles que lo marcan como una de las jóvenes promesas del canto popular argentino y Pablo Achaval —más allá de cantar pasadas las 4.30— cumplió con su cometido al traer una potente y sólida banda en composiciones como Lluvia de abril y Amor, milagro y sombras, demostrando ambos que merecen un sitio mejor en la grilla del festival.
Cerca de las 5 de la madrugada y con muy poca gente en la plaza, de Uruguay llegó la histórica murga uruguaya Falta y Resto, con su vigencia a través del tiempo y con emblemáticos cuadros de la talla de Con el alma, El desfile, Colombina, La bajada y El último día comandados por el cantor y director musical Raúl Castro.
Completaron la extensa grilla, Lucas Segovia —hijo de Zito Segovia—, Emiliano Martín, Juan Iñaki con una propuesta progresiva, la Delegación internacional de Japón, Motta Luna y su Hijo del jornalero, Camilo López —hijo del Olimareño Braulio López—, Sumaima de Salta y Los Dos.
Párrafo aparte para el bandoneonista y cantor Quique Ponce, quien participó del Festival con su versión del rasguido doble Puente Pexoa de Cocomarola y Nelli y la cantante de tangos Mirta Uguet, quien mostró solidez dentro de un género que en esta edición no tiene tantos representantes en el escenario mayor.
También desarrollaron una buena labor los finalistas del Pre Cosquín, como Ballet Mitimaes de Lomas de Zamora y el Conjunto de Malambo Academia de Icaño, Santiago del Estero.
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